¿La inteligencia artificial sustituirá a los humanos? Esta es una de las preguntas más repetidas de los últimos años, especialmente después de la llegada de las IA generativas, como ChatGPT y Gemini, y el segmento de atención al cliente está naturalmente en el centro de esta discusión. Según el “Mapa de los Bots Brasileños”, elaborado en 2023 por Mobile Time en colaboración con Opinion Box a partir de entrevistas con 83 desarrolladores de chatbot, el número de robots desarrollados para el servicio al cliente se multiplicó por 84 entre 2017 (primera edición del informe) y el año pasado.
Según la encuesta, las empresas informaron que hace siete años habían producido alrededor de 8 mil “bots”, cifra que ha evolucionado exponencialmente hasta 671 mil en 2023, un crecimiento de 8.287%. El mayor salto se produjo entre 2022 y 2023, cuando el número de herramientas pasó de 317 mil a 671 mil.
“El salto ESSE está claramente relacionado con la llegada de las IA generativas. ChatGPT cobró vida a finales de 2022 y a partir de entonces, como demuestra el estudio, el número de bots se ha más que duplicado. Pero, además de los lanzamientos de OpenAI, Google Cloud AI, Microsoft AI o Anthropic, también se han producido varias evoluciones en el segmento, como la democratización de plataformas en código bajo y entorno de código, que básicamente permiten a la propia empresa personalizar chatbots dentro de un sistema amigable para aquellos que no entienden la programación y el bajo costo de implementación. Con esto, incluso las pequeñas y medianas empresas tienen acceso a inteligencia artificial, Rodrigo y sistemas inteligentes.
La plataforma en los últimos años ha ayudado a grandes empresas como Claro Brasil y Bradesco Cards a hacer sus procesos de servicio más inteligentes y estratégicos. Con el operador de la tarjeta, por ejemplo, aplicando tecnología multicanal con distribución inteligente de servicios y control de SLA, cVortex ayudó a reducir en 53% las quejas que excedían el plazo, además de traer una economía de R$ 15 millones para la operación SAC de la compañía solo en el primer año.
Sin embargo, dice García, a pesar de toda la evolución que han pasado los chatbots, aún no es momento de dejar atrás el servicio humano. “Oh consumidor todavía prefiere el servicio humano cuando la demanda tiene mayor complejidad y hoy este es el mayor desafío dentro de las empresas, conciliar los dos modelos de servicio de manera inteligente y estratégica, buscando lograr el mejor desempeño posible para las operaciones, combinando eficiencia con la buena experiencia de sus usuarios y clientes”, explica.
Asociación entre humanos y robots
Según un estudio realizado por Hibou en octubre de 2023 con más de dos mil personas en todo Brasil, 86% estaban insatisfechos con el servicio de las empresas en general. Según el documento, para 94% de personas, lo que hace que un servicio sea “bom” es tener agilidad, mientras que 91% quiere tener la opción de contar con apoyo humano, si es necesario. La investigación aporta incluso otras ideas interesantes:
- 66% dijo que es importante mantener una relación humanizada y constante;
- 52% quiere un sitio web sencillo donde puedan realizar todos los procesos en línea;
- 47% cree que las empresas deben ser coherentes en todos los canales físicos y digitales;
- Y para 35%, los SAC deben tener el historial de servicio a mano al hablar con el cliente.
Pero en un mundo cada vez más digital, donde una empresa cuenta al mismo tiempo con una página en Instagram, Facebook, chatbot en el sitio y canal de servicio telefónico, ¿cómo servir bien y consistentemente sin necesidad de un ejército de personas monitoreando todo todo el tiempo? “Aquí es donde entra la tecnología”, explica García.
Según el ejecutivo, el uso de una plataforma digital omnicanal (multicanal), combinado con soluciones de inteligencia artificial, ya ayuda a resolver gran parte de las demandas de los consumidores. “El sistema O actúa como un sistema central de 24 horas, que monitorea, organiza, identifica y reenvía las demandas de los clientes según su clasificación comercial, segmento de clientes y jerarquía de complejidad. En el caso de una clínica médica, por ejemplo, el mismo cliente puede haber preguntado a través del chat de Instagram si había disponibilidad de una especialidad particular, luego contactado por WhatsApp para programar una cita y, posteriormente, surge una pregunta sobre la prescripción médica. Las tres interacciones tienen diferentes niveles de complejidad. Las dos primeras ya pueden ser fácilmente recibidas con atención médica y duda por la necesidad de una persona, por la inteligencia artificial, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona, por la persona.
Según el ejecutivo, al identificar esta necesidad, el sistema pone al cliente en contacto con un asistente humano, quien tiene a su disposición en la plataforma un registro con todos los datos y un historial completo de las interacciones ya realizadas por este cliente, incluyendo mensajes enviados por redes sociales, WhatsApp e incluso grabaciones de conversaciones telefónicas ya realizadas, dispensando preguntas innecesarias para confirmación de datos o que el cliente necesita repetir su solicitud.
“Además de que el agente gana suficiente agilidad, los usuarios (clientes) también experimentan otro nivel de relación. A partir de los datos históricos de las llamadas, además de todas las interacciones con la central, la plataforma omnicanal unida a la IA puede generar insistencias, hacer predicciones o simplemente identificar desviaciones y/u oportunidades en la relación entre las empresas y sus clientes. Esto genera un sentimiento de atención, acogida y profundo conocimiento de las necesidades de los clientes, aumentando significativamente la fidelidad potencial”, explica Rodrigo.
Otra ventaja de tener un sistema omnicanal inteligente, destaca el responsable de negocio de cVortex, es la reducción de costos operativos para el SAC de las empresas. “Ao avanza el medio de servicio más eficaz para cada tipo de demanda, nuestros clientes podrían escalar sus equipos y centros de servicio físicos al tamaño que realmente necesitan tener, empezando a contar con equipos más compactos, pero con profesionales especializados y cualificados. Por ello creemos que, en el escenario actual, las empresas que ofrecerán el mejor servicio a sus clientes, serán aquellas que opten por la estrategia que tiene IA y personas trabajando juntas, con procesos de negocio bien definidos y planificados”, concluye el ejecutivo.