Las APIs (Interfaces de Programación de Aplicaciones) están profundamente integradas en la vida cotidiana moderna. Conectando servicios como operaciones en línea, transacciones bancarias, aplicaciones de transporte y redes sociales, la seguridad de las API es un aspecto crucial en el desarrollo y la implementación de sistemas, ya que estas interfaces son frecuentemente objetivo de ataques cibernéticos y vulnerabilidades.
“Las API actúan como puerta de entrada a las empresas y, por lo tanto, deben tener un nivel de seguridad específico. “Al ser puntos de conexión entre diferentes aplicaciones y servicios, las API pueden exponer datos sensibles y funcionalidades críticas si no están protegidas adecuadamente”, comenta Filipe Torqueto, Director de Soluciones de Sensedia, empresa tecnológica global referente en soluciones de integración modernas basadas en API.
Segundo informe del Proyecto de Seguridad de API de OWASP, elaborado por especialistas en seguridad de todo el mundo, entre las vulnerabilidades más comunes para las API, se encuentran: acceso irrestricto a flujos de negocio sensibles; falsificación de solicitudes en el servidor; configuración incorrecta de seguridad; gestión de inventario inadecuada y consumo inseguro de API. Otro estudio, realizado por F5, empresa global de seguridad y entrega de aplicaciones Multicloud, reveló que el promedio de APIs gestionadas por las organizaciones es de más de 400, muchas de ellas con brechas significativas de protección.
Para ayudar a minimizar el riesgo de ataques, el ejecutivo de Sensedia enumera 5 consejos para garantizar la protección de las API en las empresas.
1) Definir responsabilidades
Normalmente, una API no tiene un propietario específico, y la responsabilidad por ella puede estar dividida entre el equipo que la desarrolló, el equipo que la mantiene, o incluso un equipo de seguridad.
“Es necesario definir claramente los roles y responsabilidades de cada persona, incluso si esta responsabilidad es compartida entre todos. Además, recomiendo la utilización de algún tipo de ‘Guardrail’, o ‘barrera protectora’, que es imprescindible para garantizar la seguridad, eficiencia y gobernanza en el desarrollo y funcionamiento de estas interfaces. “Son pautas y prácticas que ayudan a los equipos a mantener los estándares de seguridad y calidad, minimizando riesgos y evitando errores comunes”, afirma Torqueto.
2) Atención a las prácticas de buen gobierno
Las prácticas de gobernanza en el uso de APIs son esenciales para garantizar seguridad, cumplimiento y eficiencia.
Ellas establecen directrices claras que promueven la estandarización y la interoperabilidad, facilitando la integración entre sistemas. Además, la gobernanza permite un control eficaz del acceso y uso de las APIs, protegiendo datos sensibles y mitigando riesgos.
“Recomiendo que la empresa cuente con un catálogo de API establecido y centralizado, visible y de fácil acceso para los responsables. Esto puede incluso funcionar para la reutilización, evitando tener que volver a trabajar en el desarrollo de nuevas API que ya puedan haber sido creadas”, explica Torqueto.
“Además, es esencial utilizar la forma correcta de autenticación y autorización, específica para lo que la API pretende resolver. En el caso de aplicaciones, por ejemplo, con APIs expuestas al público general, y que tienden a sufrir varios intentos de vulneración, es necesario no solo seguir un modelo de autenticación y autorización muy robusto, sino también realizar pruebas de penetración frecuentemente, identificando posibles vectores de ataque y asegurando que el modelo está funcionando”, añade el ejecutivo.
3) Utilizar la IA como otra capa de protección
El uso de inteligencia artificial (IA) en la seguridad de las API se ha convertido en una estrategia cada vez más eficaz para detectar y mitigar amenazas en tiempo real.
Los algoritmos de aprendizaje automático pueden analizar patrones de tráfico e identificar comportamientos anómalos, permitiendo la detección temprana de ataques, como intentos de inyección de código o acceso no autorizado.
“Hay que pensar en las capas de seguridad de la API como capas de una cebolla, una tras otra, que le dificultan la vida al atacante. Esto incluye la implementación de medidas de protección como autenticación, autorización, encriptación, monitoreo de tráfico, uso de HTTPS, e incluso Inteligencia Artificial, que puede ser un gran aliado en este sentido”, afirma Torqueto.
“La IA puede automatizar los procesos de autenticación y autorización, mejorando la eficiencia y la respuesta a incidentes. “Con la capacidad de adaptarse a nuevas amenazas y aprender de los datos históricos, las soluciones basadas en IA hacen que la seguridad de las API sea más proactiva y robusta, garantizando la integridad y confidencialidad de la información intercambiada entre sistemas”, añade.
4) Invertir en automatización
La automatización en las APIs es crucial para aumentar la eficiencia y la agilidad en el desarrollo y la gestión de sistemas.
Al automatizar procesos como pruebas, integración continua e implementación, los equipos pueden reducir los errores humanos, acelerar los ciclos de desarrollo y garantizar una entrega más rápida de nuevas funciones.
Además, la automatización facilita la monitorización y gestión de las API, permitiendo a las organizaciones identificar y resolver problemas en tiempo real, mejorando la confiabilidad y el rendimiento de las aplicaciones y liberando a los desarrolladores para que se centren en tareas más estratégicas y creativas, impulsando la innovación y la competitividad en el mercado.
“No existe una escala de seguridad con el estándar requerido sin automatización. “Teniendo en cuenta que el promedio de APIs gestionadas por las organizaciones es superior a 400, es recomendable que las empresas cuenten con un equipo de plataforma que automatice lo necesario para mantener actualizada la seguridad de sus APIs”, afirma Torqueto.
5) Tenga cuidado al elegir un proveedor de API
Elegir el proveedor de API adecuado es una decisión crítica que puede afectar directamente el rendimiento y la seguridad de los sistemas de una empresa.
“Algunos factores que se deben tener en cuenta al elegir un proveedor de API son la reputación y confiabilidad de la empresa, las prácticas de seguridad y cumplimiento, el soporte, la escalabilidad y el rendimiento. Estas precauciones le ayudarán a garantizar que elija un proveedor de API que satisfaga sus necesidades y contribuya al éxito de su empresa”, concluye.