Las rápidas transformaciones en el mercado laboral y la evolución tecnológica están redefiniendo el papel de los líderes y de los trabajadores. La máxima "manda quien puede y obedece quien tiene juicio" ya no tiene sentido, ya que investigaciones indican que los empleados están más interesados en mantener su bienestar y salud emocional que en el empleo en una empresa que no comparte los mismos valores. La investigación "State of Hybrid Work" de Owl Labs, por ejemplo, destaca que el 22% de los trabajadores están estableciendo límites más claros, evitando asumir tareas fuera de sus funciones. Otros 20% no responden a las comunicaciones corporativas fuera del horario laboral.
En este escenario, los líderes tienen un papel fundamental. Son el puente que conecta las necesidades de la empresa con las expectativas de los colaboradores. Para la fundadora de QUARE y especialista en desarrollo de personas, Carolina Valle Schrubbe, 2025 traerá desafíos y oportunidades únicos para quienes ocupan puestos de liderazgo, con destaque para tendencias como el trabajo híbrido, el avance de la inteligencia artificial (IA) y la creciente importancia de prácticas de diversidad, equidad e inclusión (DE&I).
“El trabajo híbrido, consolidado como el modelo preferido por muchos profesionales, será uno de los pilares principales del liderazgo moderno. Las investigaciones indican que las empresas que adoptan este formato tienen mayor facilidad para atraer y retener talentos. Sin embargo, los líderes deberán equilibrar la flexibilidad con la productividad, además de desarrollar estrategias eficaces para mantener la cohesión de equipos dispersos geográficamente», destaca ella.
Claro, en un mundo cada vez más tecnológico, ya no hay forma de dejar la Inteligencia Artificial atrás. Ella seguirá como una de las tecnologías más disruptivas del mercado, remodelando operaciones corporativas y capacitando a líderes con datos precisos para decisiones estratégicas. Carolina afirma que, aunque automatiza tareas rutinarias, la IA exigirá que los líderes prioricen la innovación y mantengan una perspectiva humana en decisiones críticas. Ella también destaca que otro desafío será la implementación ética de esta tecnología, asegurando que se utilice de manera transparente y responsable.
Diversidad y sostenibilidad: prioridades estratégicas
Por otro lado, temas que ya se debaten desde hace muchos años siguen cada vez más fuertes, como es el caso de la sostenibilidad, que hace que empresas, gestores y colaboradores tengan que adaptarse cada día. Para 2025, las prácticas de DE&I y sostenibilidad tendrán un papel central, analiza la fundadora de QUARE. Lo que antes se consideraba una pauta de nicho, ahora se establece como una prioridad estratégica. Los líderes deberán promover un ambiente inclusivo, valorando la pluralidad de perspectivas para impulsar la innovación y el rendimiento organizacional. Además, la sostenibilidad será crucial, exigiendo que las empresas alineen sus metas de crecimiento con un impacto positivo en el medio ambiente y la sociedad, afirma.
Habilidades esenciales para el líder del futuro
Para Carolina, el escenario de 2025 requerirá líderes empáticos, comunicativos y adaptables, que promuevan entornos emocionalmente seguros y fomenten una cultura de aprendizaje continuo serán diferenciales. En 2024, los líderes que crearon ambientes de confianza y priorizaron la inclusión destacaron como ejemplos. Estos líderes, que reconocieron vulnerabilidades e inspiraron a los equipos mediante la autonomía y la creatividad, son los modelos que debemos seguir en el próximo año. El éxito de los líderes dependerá del equilibrio entre el uso estratégico de tecnologías, como la IA, y la humanización de las relaciones, con un enfoque en prácticas inclusivas y sostenibles. Estas tendencias no solo definen el futuro del liderazgo, sino también el impacto positivo que puede generar en las organizaciones y en la sociedad, concluye.