El comercio electrónico en Brasil alcanzará una facturación de R$ 224,7 mil millones en 2025, según una proyección de la Asociación Brasileña de Comercio Electrónico (ABComm), lo que indica un crecimiento de aproximadamente el 10% en comparación con el año anterior. El avance confirma la tendencia de expansión observada desde la intensificación de la digitalización durante la pandemia de COVID-19.
Uno de los principales motores de este crecimiento es la consolidación del Pix como método de pago. Según la investigación "Pagamentos em Transformação: Do dinheiro ao Código", realizada por Google, Pix representó el 47% del volumen total de transacciones en 2024, superando a la tarjeta de crédito (34%) y otros métodos (18%). El éxito del sistema se explica por la aprobación instantánea de las operaciones, la ausencia de tarifas para el consumidor y altos niveles de seguridad.
Además, plataformas digitales como Instagram y TikTok se han consolidado como vitrinas virtuales estratégicas, capaces de influir directamente en el comportamiento de compra de los consumidores. El informe "Estado del Marketing de Influencia en Brasil 2025" de HypeAuditor revela que el país ya cuenta con 3,8 millones de influencers activos, superando a Estados Unidos e India, lo que representa el 15% del total mundial.
El crecimiento del comercio digital también se refleja en el aumento del volumen de pedidos. Según la ABComm, en 2025 se realizarán 435 millones de compras en línea, un aumento del 5% respecto al año anterior. Los especialistas destacan que, aunque Pix y las redes sociales impulsan el sector, los resultados podrían ser aún mejores con una orquestación eficiente de los pagos. Integrar diferentes métodos, optimizar el proceso de pago y gestionar transacciones de forma unificada podría elevar las ventas hasta en un 5%, aproximadamente R$ 12 mil millones adicionales, al reducir fricciones y mejorar la experiencia de compra del consumidor.
El avance del Pix y de las redes sociales no solo facilita la experiencia de compra, sino que también promueve una mayor inclusión financiera y compromiso de los pequeños y medianos emprendedores. La competencia es cada vez mayor, y solo aquellos que inviertan en innovación, experiencia del usuario y calificación digital tendrán posibilidades reales de prosperar en esta nueva era. El comercio minorista cambió para siempre y, ahora, la cuestión ya no es si la empresa debe estar en línea, sino cómo se diferenciará para seguir siendo relevante en este escenario altamente competitivo, afirma Rebeca Fischer, cofundadora y Director de Estrategia (CSO) de Divibank
Con el mercado en expansión, las empresas y plataformas digitales necesitan adaptarse rápidamente a los cambios en el comportamiento del consumidor y a las nuevas tecnologías, consolidando a Brasil como uno de los principales polos de comercio electrónico de América Latina.