El mercado de delivery en Brasil entró en una nueva fase con la consolidación de los llamados superapps. La unión entre iFood y Uber, sumada a la llegada de la china Keeta, señala un nuevo patrón de consumo, en el que diferentes servicios se concentran en una sola plataforma. Se estima que este sector movilice más de 21 mil millones de dólares hasta finales de 2025, según una proyección de la consultora Statista. En este escenario, las empresas de tecnología que operan en los bastidores del sector adquieren protagonismo al desarrollar soluciones personalizadas para atender a un consumidor cada vez más exigente.
Los superapps han cambiado completamente la lógica de desarrollo. Hoy, ya no hablamos solo de una vitrina de menú con botón de pago. Es necesario integrar promociones en tiempo real, múltiples métodos de pago, programas de fidelidad y notificaciones personalizadas. Todo esto con estabilidad, incluso en horarios pico", explica Rafael Franco, CEO de Alphacode, empresa especializada en el desarrollo de plataformas digitales para marcas como Domino’s Pizza, Madero y Grupo Burgués.
La evolución del sector elevó el nivel de exigencia técnica. La arquitectura de las aplicaciones debe garantizar escalabilidad y rendimiento a gran escala. Además, la integración entre módulos como logística, CRM y antifraude se ha vuelto obligatoria. "La experiencia del consumidor depende de un backend robusto, capaz de conectar todos estos sistemas de forma fluida y segura", afirma Franco.
Integración entre gigantes y nuevos entrantes movilizan el sector
La reciente alianza operativa entre iFood y Uber alteró la dinámica del mercado. Grandes redes de alimentación comenzaron a invertir en plataformas propias como forma de mantener la autonomía sobre el recorrido del cliente y ampliar la relación con su base. Paralelamente, la entrada de Keeta en el país intensifica la competencia en regiones aún poco exploradas, reforzando la necesidad de diferenciación a través de la tecnología.
Según Franco, estos cambios afectan directamente el comportamiento del consumidor y la estrategia de las marcas. “El consumidor quiere practicidad, promociones personalizadas y una atención rápida. Las marcas que no puedan ofrecer esto de manera integrada corren el riesgo de quedarse atrás”, analiza.
El back-end se convierte en un activo estratégico
La operación de un superapp requiere una base tecnológica que vaya más allá del diseño funcional. Plataformas como la desarrollada por Alphacode priorizan una estructura modular que permite ajustes rápidos en campañas promocionales, rutas de entrega y métodos de pago. También es común el uso de inteligencia artificial para predecir demandas, sugerir productos y automatizar la atención.
"Aplicamos IA para entender patrones de consumo y adaptar la experiencia del usuario en tiempo real. Esta inteligencia aumenta la tasa de conversión y el ticket medio de los pedidos", explica el CEO de Alphacode.
Otro punto clave es la seguridad. Con millones de usuarios simultáneos, las aplicaciones necesitan adoptar capas de protección contra fraudes y filtraciones de datos. Biometría, autenticación multifactor y sistemas antifraude integrados son solo algunas de las soluciones aplicadas en las plataformas más modernas.
Caminos posibles para el futuro de la entrega
La consolidación de los superapps abre dos caminos estratégicos para los actores del mercado: integrarse a plataformas dominantes o invertir en aplicaciones propias con un alto nivel de personalización. En ambos los casos, el desarrollo tecnológico se convierte en la ventaja competitiva.
El back-end dejó de ser invisible. Hoy es una parte activa de la experiencia. Quien domina esa estructura puede ofrecer un servicio más eficiente y fortalecer la relación con el cliente», concluye Rafael Franco.