Las empresas exitosas dependen de líderes que saben construir equipos sólidos, procesos eficientes y una cultura organizacional que prospera de forma independiente. Contrariando la creencia de que los buenos líderes son indispensables, la idea de convertirse en "prescindible" puede ser el verdadero diferencial para garantizar el crecimiento sostenible y la escalabilidad del negocio
Un estudio de Gallup reveló que el 70% de la variación en el compromiso de los empleados está directamente relacionado con la calidad del liderazgo. Además de eso, las empresas que capacitan a sus equipos para operar con autonomía logran crecer hasta un 25% más rápido, según datos de la Harvard Business Review. Sin embargo, alcanzar este nivel de autosuficiencia requiere más que solo buenas intenciones. Es necesario un trabajo consistente de desarrollo de personas y estructuración de procesos
Jhonny Martins, vicepresidente delSERAC, hub de soluciones corporativas referencia en las áreas contable, jurídica, educacional y de tecnología, destaca que delegar responsabilidades y desarrollar el potencial de los colaboradores son pasos fundamentales para crear una empresa que funcione sin depender exclusivamente de la presencia del líder. "Un líder verdaderamente eficaz no es aquel que centraliza todas las decisiones", pero lo que construye una base sólida para que el negocio prospere de forma independiente. Esto fortalece no solo al equipo, sino también la capacidad de la empresa para enfrentar desafíos y adaptarse a cambios, afirma
Para Jhonny, ser un líder prescindible no significa ser irrelevante, sino indispensable para la evolución del equipo y de la organización. "Al estructurar un equipo autónomo", el líder permite que la empresa se enfoque en el crecimiento y la innovación, sin quedar atrapada en la operación diaria. Liderazgos que centralizan todo limitan el potencial del negocio. Ya aquellas que comparten el protagonismo crean una organización resiliente y lista para crecer de manera sostenible, evalúa Jhonny
No SERAC, el ejecutivo cuenta que busca liderar con el ejemplo, aplicando estrategias para fomentar un ambiente de trabajo que combine eficiencia, innovación y colaboración. “Ser un líder prescindible es una de las mayores virtudes para quien desea dejar un legado y construir una empresa preparada para el futuro”, concluye
Conozca algunas prácticas sugeridas por Jhonny Martins que pueden ayudar a cualquier líder a fomentar la independencia y eficiencia del equipo:
- Delegar con propósito: Es esencial que cada tarea delegada venga acompañada de objetivos claros, contexto y autonomía, permitiendo que los colaboradores desarrollen soluciones con confianza
- Estructurar procesos robustos: La creación de flujos de trabajo bien definidos garantiza que el equipo sepa qué hacer incluso en ausencia del líder, reduciendo la dependencia de decisiones inmediatas
- Invertir en desarrollo continuo: “Empoderar a los colaboradores es la mejor inversión que un líder puede hacer. Entrenamientos, "retroalimentaciones regulares y mentorías ayudan a elevar el nivel de competencia y la autoconfianza del equipo", explica Jhonny
- Reconocer e incentivar liderazgos emergentes: Identificar talentos dentro del equipo y promover el crecimiento interno fortalece la cultura organizacional y crea una estructura de liderazgo más diversa