Casi la totalidad de las grandes y medianas empresas brasileñas (98%) aún no utilizan automatización en el área financiera, según un estudio divulgado por LeverPro a finales de 2024. Eso significa que ellas realizan sus operaciones manualmente, muchas veces a partir de hojas de cálculo. Esta dinámica se aparta del contexto competitivo actual, en el que las empresas necesitan gestionar sus recursos con estrategia, tomar decisiones acertadas y reducir el margen de error.
“La cifra es alarmante, ya que la automatización de las operaciones financieras dejó de ser una ventaja competitiva hace muchos años. Hoy en día, es una necesidad para cualquier empresa que desee garantizar la fiabilidad de sus datos, análisis y decisiones”, analiza Wilder Gouveia, director financiero deDe nada., distribuidor de soluciones tecnológicas para el mercado B2B.
Una investigación reciente realizada por McKinsey & Company reveló que las empresas que implementan la automatización financiera reducen los costos operativos hasta en un 25% y aumentan la precisión de los informes en más del 30%. Esto puede hacerse mediante sistemas especializados, de ERP (Planificación de recursos empresariales) una RPA (Automatización de procesos robóticos), que ejecutan, monitorean y gestionan las operaciones. La idea es promover la seguridad de la información y permitir que los profesionales del área prioricen otras actividades.
Además de analizar un gran volumen de datos y generar informes precisos, estas herramientas pueden realizar tareas específicas en diferentes áreas del departamento financiero. En el departamento de cuentas por pagar, permiten la programación de pagos, la verificación automática de documentos y el control y análisis de gastos recurrentes; en cuentas por cobrar, facilitan el envío de cobros, el monitoreo de ingresos en tiempo real y la elaboración de informes de ingresos.
Ya en la gestión de notas, la automatización permite validar XML, emitir facturas electrónicas y gestionar devoluciones y ajustes. En cuanto a la gestión de proveedores, las herramientas realizan la actualización continua de datos de registro, garantizan el cumplimiento fiscal y regulatorio, y llevan a cabo una gestión integrada de contratos. Por último, en el ámbito de los informes, proporcionan análisis en tiempo real, consolidación e integración de datos financieros, además de la previsión de escenarios.
Así, el departamento financiero puede evolucionar hasta convertirse en un centro estratégico, tanto que, según el informe Global Digital Operations Study, realizado por PwC, el 72% de las empresas que automatizan las operaciones financieras observan mejoras significativas en su capacidad de respuesta a las demandas del mercado.
Sebrae muestra que las empresas que automatizan los procesos financieros reducen hasta en un 70% el tiempo dedicado a estas tareas, demostrando que la automatización no solo resuelve los desafíos actuales, sino que también puede ser parte de una táctica de crecimiento a largo plazo, cuando se implementa bien.
Elegir el sistema adecuado es un desafío, pero existe. Para tomar una decisión acertada, es necesario considerar la tecnología desde una perspectiva estratégica, evaluando las necesidades de su empresa y eligiendo la solución más compatible con su perfil de negocio, concluye Gouveia.