Una encuesta dedicada a comprender las preferencias de los consumidores en el medio digital reveló que el 86% de los entrevistados afirman que siempre o generalmente eligen comprar de marcas que consideran seguras y el 62% son propensos a pagar más por productos de empresas que proporcionen seguridad en línea y reduzcan el riesgo de fraudes. El levantamiento fue realizado por Serasa Experian, datatech líder en soluciones de inteligencia para análisis de riesgos y oportunidades, con enfoque en las jornadas de crédito, autenticación y prevención del fraude.
La preferencia por marcas más seguras es una reacción a otro hecho: la preocupación por fraudes, realidad del 71% de los entrevistados. Estos números reflejan una tendencia creciente de conciencia sobre la seguridad cibernética entre los consumidores, reforzando que la confianza es un factor significativo en la decisión de compra. Además, destaca la importancia de una infraestructura robusta de seguridad en línea. Las empresas deben invertir en tecnologías de protección en capas avanzadas y prácticas transparentes de privacidad para satisfacer las expectativas de los consumidores y fortalecer su posición en el mercado, analiza el Director de Productos de Autenticación y Prevención de Fraudes, Caio Rocha.
“Esto demuestra una mayor conciencia de la seguridad digital e indica que la confianza es esencial a la hora de comprar. Tener una seguridad sólida en línea también es crucial. Para alinearse con las expectativas de los consumidores y fortalecer su competitividad, las empresas necesitan medidas de ciberseguridad efectivas y políticas de privacidad claras”, comenta Caio Rocha, Director de Productos de Autenticación y Prevención de Fraude.
Comportamiento en línea
El estudio también indicó que existen 13 actividades más comunes en entornos en línea, de las cuales nueve implican transacciones financieras. Y los métodos más utilizados para los pagos son tarjeta de crédito (79%) y Pix (69%). Consulta los datos completos en los gráficos a continuación


Seguridad de datos personales, documentos digitales y físicos
La encuesta también registró un dato preocupante: el 21% de los encuestados declaró que ya prestaron sus datos personales a terceros, ya sea para hacer una compra en línea, abrir una cuenta bancaria o conseguir un préstamo. Otro dato muestra que el 14% de los encuestados declaró que ya habían sido robados o perdidos sus documentos físicos, de los cuales el 4% fueron utilizados en fraudes.
“Prestar datos a terceros es una actitud alarmante y resalta la necesidad de una mayor concienciación sobre los riesgos asociados a esta práctica. Por un lado, las instituciones deben implementar medidas robustas de seguridad y autenticación, pero por otro, es esencial que los usuarios comprendan los riesgos de este comportamiento y las mejores prácticas para proteger sus identidades en línea y fuera de línea. “La seguridad de los datos no es sólo una responsabilidad individual, sino una cuestión colectiva que requiere acción y atención constantes”, advierte Caio.
¿Cómo se protegen los consumidores?
Cuando se les preguntó cómo se protegen en transacciones digitales, "tener contraseñas fuertes" y "evitar abrir enlaces o archivos en aplicaciones de mensajería" fueron las opciones más elegidas por los encuestados. Ve el ranking completo de las medidas más comunes para evitar caer en estafas en entornos digitales

Más datos: estafas más comunes
Otra información de la encuesta muestra que el tipo de fraude más reportado por los entrevistados fue el de "uso de tarjetas de crédito por terceros o tarjeta falsificada" (39%). Vea, en el gráfico a continuación, el desglose de modalidades de fraude de las que los entrevistados fueron más víctimas:

Metodología
Participaron en la entrevista 804 personas físicas. Con un margen de error del 3,5% y un intervalo de confianza del 95%, la encuesta se realizó a través de un panel en línea en noviembre de 2023 y buscó entender el perfil de las personas víctimas de fraude y su sentimiento respecto a las estafas.
El perfil de los encuestados reveló que el 51% eran hombres y el 49% mujeres, de las clases sociales B (50%), C (32%) y A (18%). El lugar de residencia del 41% de los participantes es en la capital, el 33% en el interior del estado y el 26% en regiones metropolitanas. En cuanto a las regiones, el 45% de los entrevistados son de la región Sudeste, el 26% del Nordeste, el 15% del Sur, el 8% del Norte y el 7% del Centro-Oeste.
La edad media de los encuestados fue de 39 años, y el desglose revela que el 26% tenía 50 años o más, el 22% tenía entre 30 y 39 años, el 20% tenía entre 18 y 24 años, el 19% tenía entre 40 y 49 años y el 13% tenía entre 25 y 29 años.