Inicio > Artículos > La tecnología tiene un potencial más revolucionario cuando se aplica en conjunto con...

La tecnología tiene un potencial más revolucionario cuando se aplica en conjunto con la inteligencia humana.

Hablar de innovación empresarial hoy en día implica inevitablemente hablar de tecnología, especialmente de inteligencia artificial. Aun así, la transformación no proviene de las máquinas. Porque, aunque los sistemas avanzan a un ritmo exponencial, siguen siendo los seres humanos quienes deciden el rumbo del negocio y operan las herramientas. Por lo tanto, cuando hablamos de cambio digital, también hablamos de estrategia, cultura y personas.

La IA, por ejemplo, ya optimiza las operaciones en varios frentes. Por un lado, permite automatizar tareas repetitivas y reducir errores. Por otro, ayuda a personalizar la atención al cliente a gran escala mediante asistentes virtuales y análisis predictivos que guían campañas más específicas. Según Gartner, para 2026, más del 70 % de las empresas a nivel mundial utilizarán este recurso para mejorar la experiencia del cliente y la eficiencia interna. Y quienes sepan cómo hacerlo de forma alineada con la inteligencia humana tendrán ventaja.

El impacto es aún más evidente al analizar la productividad. Un estudio de McKinsey muestra que la adopción de IA y la automatización puede aumentar el rendimiento del equipo hasta en un 40 %. En otras palabras, las máquinas asumen parte del esfuerzo operativo y los profesionales disponen de más tiempo para decisiones estratégicas y actividades de mayor valor. Sin embargo, esto solo ocurre cuando existe una integración bien pensada entre las soluciones y los procesos de negocio.

En este punto, podemos mencionar la gamificación, que, a pesar de ser a menudo subestimada, está ganando terreno como una poderosa herramienta para combinar la tecnología y el factor humano. Aplicar elementos típicos de juego en entornos corporativos puede parecer una estrategia ineficaz e incluso inadecuada, pero los resultados son significativos. Los informes indican que la gamificación aumenta el compromiso de los empleados hasta en un 60 %. Más que un simple recurso lúdico, es un mecanismo de motivación continua que transforma las metas en retos, reconoce los logros y fomenta la mejora.

El efecto también es significativo para el cliente. Los programas de fidelización basados ​​en misiones y recompensas se han destacado como una alternativa para aumentar la interacción del cliente con las empresas. Según Deloitte, las empresas que adoptan la gamificación registran un aumento promedio del 47 % en la interacción del cliente. Es una forma de generar valor sin depender de grandes inversiones, simplemente aprovechando las tecnologías disponibles.

Sin embargo, no se trata de elegir una característica sobre otra. El mayor beneficio proviene de combinarlas. Al unir la IA con la gamificación, es posible generar experiencias totalmente personalizadas, con desafíos adaptados al perfil de cada usuario, ya sea consumidor o empleado.

El punto central es: ninguna herramienta ofrece resultados por sí sola. Sea cual sea, debe servir a una estrategia bien definida y comprender cómo aplicar el factor humano en conjunto. Más que elegir qué tecnología adoptar, es necesario saber por qué, cuándo y cómo usarla. Y, sobre todo, preparar a las personas para operarlas con autonomía y pensamiento crítico. La máquina puede representar velocidad y eficiencia, pero es el ser humano quien marcará la diferencia. En definitiva, la innovación consiste en saber combinar recursos, procesos y talentos. Y todo en igual medida. 

Tales Zanussi
Tales Zanussi
Thales Zanussi es el fundador y CEO de Mission Brasil, la plataforma de servicios basados ​​en recompensas más grande de Brasil.
ARTÍCULOS RELACIONADOS

Deja una respuesta

¡Por favor escribe tu comentario!
Por favor escriba su nombre aquí.

RECIENTE

MÁS POPULAR

[elfsight_cookie_consent id="1"]