Los fraudes que más afectaron a las empresas brasileñas el año pasado fueron pagos transaccionales (28,4%), filtraciones de datos (26,8%) y fraude financiero (por ejemplo, cuando los estafadores solicitan pagos a una cuenta bancaria fraudulenta) (26,5%), según el segmento corporativo del Informe de Identidad y Fraude 2025, elaborado por Serasa Experian, la primera y mayor empresa de tecnología de datos de Brasil. Este panorama aumenta la sensación de urgencia en las empresas, ya que el 58,5% de ellas está más preocupada por el fraude que antes, lo que refleja un entorno donde cada transacción puede convertirse en un objetivo y cada clic, una puerta de entrada para los ataques.
Solo en el primer semestre de 2025, Brasil registró 6,9 millones de intentos de estafa, según el Indicador de Intentos de Fraude de Datatech. Para responder a este entorno de riesgo, las organizaciones han priorizado la prevención por niveles. Según el informe, 8 de cada 10 empresas ya utilizan más de un mecanismo de autenticación, una cifra que alcanza el 87,5 % entre las grandes corporaciones.
Los métodos tradicionales siguen predominando en las estrategias de seguridad: la verificación de documentos (51,6%) y la verificación de antecedentes (47,1%) siguen siendo los más utilizados. Sin embargo, otras soluciones están ganando terreno, como la biometría facial (29,1%) y el análisis de dispositivos (25%). El sector industrial, por ejemplo, lidera la adopción de la biometría, con un 42,3%. La consistencia en la elección de mecanismos de seguridad en los diferentes segmentos refuerza un movimiento colectivo de adaptación, aunque a diferentes velocidades.
Según el Director de Autenticación y Prevención del Fraude, Rodrigo Sánchez, «la biometría ha destacado en las regulaciones más recientes y, al formar parte de la rutina del consumidor brasileño, las empresas la adoptan cada vez más como un elemento central en las estrategias de verificación de identidad y prevención del fraude». A continuación, se presenta un gráfico que detalla el promedio nacional y la perspectiva por segmento:

“Hay una clara evolución en la comprensión de que prevenir el fraude no es una acción puntual, sino una estrategia integral que combina tecnología, datos y experiencia del cliente. Lo que observamos hoy es una tendencia creciente hacia el uso de múltiples recursos de protección, aplicados de forma inteligente y adaptados a la realidad de cada negocio. Estas capas están estratégicamente orquestadas para garantizar el mejor equilibrio entre seguridad y fluidez en la experiencia digital”, comenta Sánchez. “Sabemos que los intentos de fraude ocurrirán, y nuestro papel, como líderes en soluciones de prevención, es proteger a las empresas para que se queden solo en eso: intentos”, añade el ejecutivo de tecnología de datos.

