La industria minorista está atravesando una transformación significativa impulsada por consumidores que exigen experiencias más personalizadas. Con la proximidad del Black Friday y la presión adicional sobre los comerciantes, es esencial que las empresas adopten tecnologías que no sólo optimicen sus operaciones, sino que también mejoren la experiencia del cliente.
Aunque el Black Friday 2023 no cumplió con las expectativas de ventas, un estudio de Cielo en colaboración con Expertise reveló que 60% de minoristas creen que podrán superar los resultados del año pasado, proyectando un escenario positivo para 2024. Este optimismo, sin embargo, provoca una presión aún mayor. sobre la cadena de operaciones, especialmente en las áreas de inventario y logística, requiriendo soluciones tecnológicas de seguimiento y gestión de procesos capaces de soportar la complejidad del comercio minorista omnicanal.
Este modelo multicanal, según estudioConectando con el consumidor latinoamericano moderno' Zebra, es ampliamente adoptado en Brasil, donde 66% de consumidores combinan compras físicas y digitales, lo que indica una fuerte demanda de experiencias integradas y accesibles en diferentes canales. Para Vanderlei Ferreira, CEO de Zebra Technologies, este comportamiento del consumidor representa una gran oportunidad para minoristas. “La integración entre tiendas físicas y online permite ofrecer una experiencia de compra más simplificada y consistente, satisfaciendo la creciente expectativa de comodidad y personalización de los clientes. Con la automatización y la tecnología adecuada para su negocio, los minoristas pueden ofrecer un servicio diferenciado, siguiendo las tendencias de transformación digital y siendo competitivos en el mercado”, explica.
Las soluciones RFID e Inteligencia Artificial son capaces de transformar las operaciones internas y la relación con los consumidores. El Black Friday estas tecnologías se vuelven aún más estratégicas, ya que el uso de IA combinado con Big Data permite predecir demandas, sugerir productos, optimizar y personalizar el servicio, mientras que RFID facilita el seguimiento preciso de las mercancías, previniendo problemas logísticos y reduciendo pérdidas.
Además de contribuir a la agilidad de las operaciones, el uso de RFID es fundamental para rastrear productos a lo largo de la cadena de suministro, facilitando la localización y minimizando pérdidas, especialmente en periodos de alta demanda. Con control en tiempo real, la tecnología ayuda a optimizar el inventario y aumenta seguridad evitando robos.
Aunque omnicanal ofrece importantes oportunidades para el sector minorista, también plantea desafíos, como aumentar el volumen de rentabilidad El 16o Estudio Global del Consumidorsiete de cada diez minoristas enfrentan presiones para mejorar la gestión de estos rendimientos, especialmente con el crecimiento de las compras en línea. En respuesta, muchos minoristas están actualizando sus tecnologías de logística inversa para 2026, implementando soluciones como computadoras móviles, escáneres y RFID para reducir costos. y optimizar procesos.
Estas tecnologías no sólo facilitan la gestión de devoluciones, sino que también son cruciales para la eficiencia operativa y el servicio al cliente. Con acceso a información en tiempo real, los empleados pueden tomar decisiones más ágiles y precisas, mejorando la gestión de inventario. Además, la automatización repetitiva de tareas, respaldada por visión por computadora, proporciona una visibilidad integral de la cadena de suministro.“Una automatización, junto con inteligencia artificial y visibilidad precisa del inventario, permite a los minoristas minimizar las pérdidas y evitar interrupciones en el inventario, especialmente durante períodos críticos como el Black Friday”, añade Vanderlei Ferreira.
Al navegar por la complejidad del mercado omnicanal, los minoristas que adoptan tecnologías como RFID, inteligencia artificial y automatización se posicionan estratégicamente. Estas innovaciones no sólo garantizan operaciones más rápidas y eficientes, sino que también mejoran la experiencia del consumidor y permiten una gestión más eficaz de demandas inesperadas. Invertir en tecnología sólida e integrada no es sólo una respuesta a las tendencias del mercado, sino un compromiso esencial con la satisfacción del cliente y la eficiencia operativa a largo plazo.