Después del Black Friday, el Cyber Monday es una de las fechas más esperadas para que los consumidores compren productos con atractivos descuentos. Siempre el primer lunes después del feriado estadounidense de Acción de Gracias, el evento es una buena oportunidad para ahorrar en compras navideñas.
A diferencia del Black Friday, el Cyber Monday se centra principalmente en descuentos y ofertas para el comercio digital.
Creada en 2005 por la Federación Nacional de Minoristas de Estados Unidos (National Retail Federation), la fecha llegó para contemplar el avance del comercio electrónico, permitiendo a los consumidores comprar también productos a menor precio sin salir de casa, ya que en ese momento, Los descuentos del Black Friday se limitaban únicamente a las tiendas físicas.
La principal distinción entre estas dos fechas está, por tanto, en el canal de ventas: mientras que el Black Friday abarca el comercio minorista tanto físico como digital, el Cyber Monday se centra en el comercio electrónico.
Desde sus inicios, Cyber Monday resultó un gran éxito entre los estadounidenses, recaudando casi 500 (quinientos) millones de dólares en su primera edición. En 2010, la fecha fue considerada el día de compras online más grande de Estados Unidos, alcanzando la marca de 1 (un) mil millones de dólares vendidos y desde entonces se baten récords anuales, superando actualmente los doce (12) mil millones de dólares[1].
A pesar de haber sido creado en Estados Unidos, el evento se ha globalizado y actualmente es adoptado en más de 28 (veintiocho) naciones, incluido Brasil, habiéndose convertido en un verdadero hito para el comercio del país.
Sin embargo, la fecha, a pesar de representar una gran oportunidad para los proveedores de productos y servicios, también puede traer desafíos a los consumidores.
Para los proveedores, la diferencia entre los eventos Black Friday y Cyber Monday implica la necesidad de crear diferentes estrategias de marketing y ventas para cada evento, atendiendo al comportamiento de compra de los clientes, lo que puede ser aún más desafiante en la plataforma digital.
Es necesario, por tanto, evitar la tentación de repetir las mismas ofertas en ambas fechas, porque el consumidor actual es cada vez más atento y exigente, buscando descuentos reales y diferenciados en cada evento.
Por tanto, estrategias que se basan en meras repeticiones de ofertas pueden resultar perjudiciales para la reputación de la empresa. Asimismo, el marketing engañoso, como la práctica de subir los precios antes de la fecha conmemorativa y ofrecer descuentos ficticios, es una de las principales causas de la insatisfacción de los consumidores.
Al mezclar las ofertas entre Black Friday y Cyber Monday, exponer que la promoción no tendría precedentes, o al practicar publicidad engañosa, los proveedores se exponen a un riesgo legal significativo.
Como es bien sabido, la legislación brasileña, especialmente el Código de Protección al Consumidor (CDC), es clara en cuanto a la provisión de derechos a los proveedores y la protección de los consumidores contra prácticas abusivas.
De hecho, el deber de información y transparencia es uno de los pilares de la norma. Según los CDC, es responsabilidad del proveedor garantizar que toda la información proporcionada al consumidor sea clara, precisa y adecuada sobre los productos o servicios ofrecidos. Este deber cubre aspectos esenciales del producto o servicio, como la correcta descripción de lo que se ofrece, la indicación de precios y condiciones de pago, así como información sobre posibles restricciones o limitaciones de las ofertas.
En promociones como Black Friday y Cyber Monday, el deber de transparencia cobra aún más relevancia, porque, en medio de tantas promociones, es común que los consumidores enfrenten dudas sobre la veracidad de los descuentos y la autenticidad de las ofertas divulgadas.
Y las prácticas indebidas en este sentido, por parte de los proveedores, pueden generar sanciones administrativas por parte de organismos como PROCON, así como demandas interpuestas por los propios consumidores, buscando compensación por daños materiales e incluso morales.
Para minimizar estos riesgos, es fundamental que los proveedores revisen sus campañas promocionales en detalle, asegurando que los precios ofrecidos coincidan con los descuentos reales y que las ofertas entre Black Friday y Cyber Monday estén claramente diferenciadas.
Con ello se adopta una postura de transparencia y cumplimiento de las normas de protección al consumidor, importante no sólo para mantener la confianza del mercado, sino también para reducir los riesgos de las discusiones en el ámbito judicial.
Por tanto, ha sido que el Cyber Monday es un momento valioso para los proveedores del mercado, especialmente en el ámbito del comercio electrónico, pero también requiere una cuidadosa planificación estratégica. En este sentido, diferenciar las ofertas del evento y asegurar que los descuentos sean efectivos son prácticas esenciales para mantener la confianza del consumidor, evitando también posibles litigios y sanciones.
*Luiza Pattero Foffano es especialista en Procedimiento Civil con experiencia en litigios y actividades de asesoramiento en el ámbito del derecho empresarial. Abogado de Finocchio & Ustra Sociedade de Advogados.
Carolina Laubi Debes es abogada civil del despacho Bufete de abogados Finocchio & Ustra.
*Mariana Gabrielloni Polvo es abogada especialista en el área civil del despacho Bufete de abogados Finocchio & Ustra.