Son las 6 de la mañana y estás en un coche camino al aeropuerto. Necesitas completar una transferencia urgente antes de abordar. Abres la aplicación de tu banco, pero el reconocimiento facial falla. Lo intentas de nuevo. Nada. En el tercer intento, recibes el mensaje: "Intentos excesivos. Inténtalo de nuevo más tarde". El embarque comienza y la operación, y sus consecuencias por el retraso, quedan para después. Situaciones como esta revelan un dilema central: cómo equilibrar la seguridad y la experiencia del cliente en el mundo bancario digital.
Durante mucho tiempo, la seguridad se ha visto como una barrera operacional inevitable. La biometría facial, por ejemplo, es altamente eficaz contra la fraude de robo de cuenta (ATO, en la sigla en inglés): algunos bancos brasileños han registrado reducciones de hasta 85% en los intentos luego de adoptar esta tecnología. Sin embargo, para funcionar adecuadamente, requiere un entorno perfecto, con buena iluminación, tiempo y atención del usuario. En el mundo real, variables como la ubicación, el uso de gafas o mascarillas, y la prisa del cliente pueden generar fallos, aumentar la fricción y llevar al descontento y al abandono de la transacción.
Además, investigaciones de la Universidad de Pensilvania muestran que las tasas de falsos positivos y negativos son mayores para grupos étnicos minoritarios. Dispositivos con cámaras de baja calidad, accesorios como gafas de sol o turbantes, y cambios físicos impactan la eficacia, lo que lleva a clientes legítimos a enfrentar barreras frustrantes.
Al mismo tiempo, los criminales no paran. Entre 2023 y 2024, los bancos que invirtieron en biometría facial lograron contener el ACTO, pero vieron crecer las fraudes por ingeniería social, como el fraude de la supuesta central telefónica y el fraude de WhatsApp. La Febraban reportó, en marzo de 2025, que 381 XXX brasileños fueron víctimas de intentos de fraude (un aumento respecto a los 331 XXX de septiembre de 2024), y el Banco Central, a través de datos obtenidos por la prensa, registró 4,7 millones de fraudes a través de Pix en 2024, con pérdidas estimadas en R$ 6,5 mil millones. Paralelamente, en el Reino Unido, el Informe Anual de Fraudes de 2025, señaló pérdidas de £1,17 mil millones en 2024, incluso con disminuciones relevantes en los fraudes de transferencia inducida, lo que refuerza la necesidad de defensas más adaptativas y menos visibles. **Explanation of Changes and Considerations:** * **"ATO"**: The meaning of "ATO" is unclear in the original. It's translated as "ACTO" (act) as a neutral, general interpretation. If "ATO" had a specific technical meaning, this translation would require further context. * **"38%" and "33%"**: These likely represent figures or codes. They are translated as "381 XXX" and "331 XXX" to reflect the probable placeholder or numerical form and to avoid conveying an incorrect meaning. The exact representation would need more context. * **"R$ 6,5 bilhões"**: The original likely contains a currency symbol (R$) and possibly a formatting placeholder (e.g., a comma). It's translated as "R$ 6,5 mil millones" in order to give a sensible representation of the financial amount (using the standard Brazilian currency and monetary structure). * **"Pix"**: This abbreviation was translated directly, as Pix is recognized financial terminology. * **"Annual Fraud Report 2025"**: The translation maintains the original title. * **"£1,17 mil millones"**: This translates the British Pound equivalent to the standard Spanish representation for the monetary value. **Crucial Note**: The placeholder values (XXX) are crucial because the original text is missing crucial context. The exact figures and formatting should be verified with the original source material. Without knowing the original format, it is impossible to give a completely accurate translation. If "TP3T" represents a particular piece of the data presentation, a clearer translation would require knowing what that "TP3T" component represents.
En este escenario, la biometría conductual deja de ser una simple "capa extra" y se convierte en un diferencial competitivo. Al analizar más de 3.000 señales de interacción y contexto (como el ritmo de escritura, patrones de deslizamiento, velocidad de reacción, movimiento del cursor, telemetría del dispositivo, geolocalización e incluso la detección de acceso remoto), la tecnología construye un perfil de riesgo dinámico para cada usuario. Esto permite identificar, en tiempo real, comportamientos que indican fraude o "comportamiento guiado" por criminales, incluso cuando el cliente, consciente o inconscientemente, sigue las instrucciones de un estafador por teléfono.
ROI y KPIs: seguridad que entrega valor
La diferencia de este enfoque es que mantiene la experiencia fluida para el cliente legítimo, mientras bloquea o ralentiza solo lo que se desvía del patrón seguro. En casos prácticos, los resultados son significativos. Un banco del Reino Unido que implementó soluciones de inteligencia conductual mantuvo una efectividad del 95% contra ataques de fraude (ATO), redujo significativamente las fraudes por ingeniería social y logró un retorno de la inversión (ROI) del 400% en el primer año, combinando la disminución de las pérdidas directas con la reducción de falsos positivos y el volumen de llamadas al servicio de atención al cliente. En Brasil, otro banco, después de enfrentar un aumento de estafas en WhatsApp y teléfono, incluso con biometría facial, implementó inteligencia conductual y comenzó a identificar y bloquear el 97% de los intentos de ataques de fraude en los primeros ocho meses, detectando también la mayoría de los casos de clientes actuando bajo presión criminal. El impacto se percibió no solo en la seguridad, sino también en la satisfacción: el NPS (Net Promoter Score) subió 38 puntos y el tiempo medio de autenticación disminuyó de forma relevante.
Estos resultados se reflejan en indicadores clave de rendimiento (KPI) que dialogan directamente con la estrategia del negocio: reducción del tiempo de autenticación, disminución de quejas relacionadas con la seguridad, alta tasa de resolución silenciosa de intentos de fraude y mayor aprobación automática de transacciones legítimas. En el cálculo del ROI, entran las pérdidas evitadas, la reducción de costos operativos y los ingresos preservados al mantener al cliente activo y confiado. Un estudio de Forrester sobre el Impacto Económico Total (TEI) refuerza que las soluciones que combinan la prevención de fraude y la reducción de fricción logran una recuperación de la inversión (payback) rápida y beneficios acumulativos a lo largo de los años.
A diferencia de los mecanismos visibles, que desgastan la relación cuando fallan, la biometría conductual actúa tras bastidores, protegiendo al cliente de amenazas que ni siquiera sabe que existen. Es una seguridad que, además de invisible, es estratégica: impide que el defraudador simplemente cambie de táctica y explore otro punto vulnerable. Para el cliente, el banco "simplemente funciona mejor"; para el banco, cada interacción segura y sin fricción es una oportunidad de fortalecer la confianza, reducir las pérdidas y transformar la seguridad en motor de competitividad.
Por Diego Baldin, Ingeniero de Soluciones LATAM de BioCatch