La inversión de impacto social es una práctica cada vez más relevante y decisiva para las empresas que quieren reforzar una imagen responsable. Según un informe de GIIN, las inversiones de impacto social ascendieron a 1,1 billones de dólares en todo el mundo en 2022. Aún así, Alfi, una asociación de la industria de fondos luxemburguesa, estima que la demanda de inversiones en activos con carácter medioambiental, social y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) entre los inversores europeos debería crecer en 15,9 billones de euros $ 21 billones 2026.
A finales de 2023, los inversores institucionales europeos ya habían asignado un total de 3,7 billones de euros en activos ESG, y la previsión es que esta cantidad alcance los 19,6 billones de euros en 2026. El universo de startups dirigidas a emprendedores que desarrollan negocios con impacto social ha logrado un crecimiento récord en el mercado de inversiones en el último año. Según datos de Halcyon, incubadora estadounidense, las inversiones han superado la marca US$ 1 billón, impulsadas por una amplia gama de inversores, como fondos de capital riesgo, ángeles y fundaciones.
De acuerdo a Karla Suárez, directora ejecutiva de COLEtivA DELAS, Especialista en DEI, economía creativa y recaudación de fondos, los beneficios de la inversión social privada van más allá del impacto positivo en las causas apoyadas, contribuyendo también a la construcción de una imagen corporativa positiva, el compromiso de los empleados y la proximidad a los stakeholders. El problema es que muchas de estas organizaciones no saben por dónde empezar. “Las empresas tienen un papel clave en la transformación social y ambiental. La inversión en impacto social no es sólo una elección ética, sino también una estrategia empresarial que añade valor a la marca, fortalece la relación con los stakeholders e impulsa la innovación y la sostenibilidad.
Para las organizaciones que buscan iniciar o mejorar iniciativas de responsabilidad social, Karla Suárez enumera cinco pasos esenciales:
1. Creación de políticas de Inversión Social Privada (ISP)
“El primer paso para desarrollar una estrategia de impacto social es la creación de una política privada de inversión social. Esto, debe establecer lineamientos claros que definan las áreas prioritarias de acción, como educación, medio ambiente o inclusión social, siempre alineadas con los valores y finalidad de la empresa”, recuerda Suárez. Además, el experto refuerza que es fundamental determinar un presupuesto específico, que abarque recursos tanto financieros como humanos y materiales, para sostener las iniciativas en el tiempo. También es importante definir criterios claros para la selección de proyectos y socios, asegurando que estas opciones estén en línea con la misión de la empresa, asegurando coherencia y eficacia en la implementación de los programas.
2. Desarrollo del Programa de Voluntariado Corporativo
Un proyecto de voluntariado corporativo es fundamental para involucrar a los empleados en las causas sociales apoyadas por la empresa. “Este programa debe ofrecer varias oportunidades para que los empleados participen activamente, desde acciones puntuales hasta actividades de voluntariado continuo”, afirma el experto. Para fomentar este compromiso, se recomienda que la empresa ofrezca formación e incentivos, como formación específica y reconocimiento al trabajo voluntario, que puede venir en forma de horas libres dedicadas al voluntariado o premios internos.
3. Movilización del público interno por causas sociales
Para asegurar la implicación de todos los empleados en iniciativas de impacto social, es importante movilizar al público interno a través de Campañas enfocadas al impacto social, tener como objetivo concienciar a los empleados sobre la importancia de las causas y animarlos a participar activamente en las acciones de la empresa. La creación de espacios de diálogo y participación, como foros o grupos de discusión, también permite a los empleados sugerir proyectos de forma más directa. Esto fortalece el sentido de pertenencia y promueve una cultura de responsabilidad social dentro de la empresa, aumentando el compromiso y la adherencia a las iniciativas.
4. Patrocinio de proyectos de impacto socioambiental
Patrocinar proyectos con impacto social y ambiental es una forma efectiva para que la empresa fortalezca el desempeño social. Para ello, es crucial identificar proyectos que estén alineados con las áreas de interés de la empresa y que tengan el potencial de generar un impacto positivo significativo. Establecer alianzas estratégicas con organizaciones que ya trabajan en estas áreas puede mejorar los resultados. Es importante implementar mecanismos de evaluación y seguimiento de los proyectos patrocinados, para asegurar que se alcancen los objetivos y que las inversiones de la empresa estén generando el impacto deseado.
5. Comunicación
La transparencia en la comunicación de los resultados de las acciones sociales es fundamental para fortalecer la credibilidad de la empresa y ampliar el alcance de las iniciativas. “Se recomienda que las empresas divulguen informes anuales, boletines informativos o incluso utilicen plataformas en línea para compartir los resultados obtenidos”, o finaliza Suárez.