En los últimos años, Brasil ha sido testigo de avances significativos en nuevas formas de conectividad inalámbrica, especialmente en Internet satelital de baja órbita y acceso inalámbrico fijo (Acceso Inalámbrico Fijo o FWA). Con la rápida expansión de las redes 5G y la mayor cobertura proporcionada por las constelaciones de satélites, el mercado brasileño se enfrenta ahora a un escenario en el que estas tecnologías pueden competir y complementarse entre sí, dependiendo de las condiciones locales y las necesidades específicas de los usuarios.
FWA 5G ha sido considerada una alternativa para llevar banda ancha fija a lugares sin infraestructura de fibra óptica o cable. Desde el 2 de diciembre de 2024, los 5.570 municipios brasileños pueden recibir tecnología 5G independiente, gracias al lanzamiento de la banda de 3,5 GHz por parte de Anatel, anticipando en 14 meses el cronograma previsto. Hasta marzo de 2025, 5G ya estaba presente en más de 895 municipios, especialmente en los estados de Sao Paulo (166), Santa Paraná (122), Catarina 17), (16), Río Grande (13).
Además de las telecomunicaciones nacionales, que han invertido mucho en expansión, los nuevos participantes regionales que adquirieron licencias 5G en la subasta de espectro también apuestan por FWA. Pero a pesar del creciente interés, el alcance actual sigue siendo modesto en comparación con la banda ancha tradicional. Los estudios indican que alrededor de 40% de operadores con 5G a nivel mundial ya ofrecen desafíos de FWA, como el costo de los equipos y las franquicias de datos, limitan la adopción de FWA en masa. Debido a esto, las ofertas actuales de FWA vienen con franquicias de datos relativamente restringidas y exigen que los fabricantes reduzcan el costo de los CPE para permitir una mayor expansión.
En términos de cobertura, FWA se puede ofrecer rápidamente 5G, incluyendo algunos operadores que ya anuncian el servicio en ciudades como Sao Paulo y Campinas. Por otro lado, en zonas rurales o remotas, la ausencia de torres 5G es un limitador. En general, FWA se utilizará más ampliamente cuando ya exista una cobertura celular bien establecida, aprovechando la infraestructura 5G existente para ofrecer banda ancha fija inalámbrica.
Satélites en órbita baja: avanzando rápidamente
Paralelamente a la FWA, Brasil está presenciando una verdadera revolución en Internet satelital, impulsada por satélites de órbita baja (LEO). A diferencia de los satélites geoestacionarios tradicionales (que orbitan a ~36 mil kilómetros de la Tierra), los LEO orbitan a unos pocos cientos de kilómetros, lo que permite latencias mucho más bajas y servicios más comparables a la banda ancha terrestre.
Desde 2022, una gran constelación LEO viene a servir al país y ha ido creciendo exponencialmente en usuarios y capacidad. Actualmente, la cobertura satelital ya alcanza prácticamente 100% del territorio brasileño, por lo que basta con que el usuario tenga una vista despejada del cielo para conectarse. Esto incluye de todo, desde granjas en zonas remotas del interior de Brasil hasta comunidades ribereñas en el Amazonas.
Datos recientes confirman el rápido crecimiento de la base de usuarios de satélites LEO en Brasil. Un informe de abril de 2025 destacó que el principal servicio de Internet satelital de órbita baja y Starlink tiene 345 mil suscriptores activos en Brasil, lo que representa un aumento de 2,3 veces en solo un año, el cuarto mercado más grande del mundo.
Este impresionante número 2 logrado en aproximadamente dos años de operación comercial 2023 posiciona la conectividad satelital como una solución de peso, especialmente en lugares donde no llegan redes terrestres. A modo de comparación, en septiembre de 2023 se estimó que el 0,8% de todos los accesos de banda ancha en el país ya eran vía satélite, proporción que salta a 2,8% en la Región Norte, siendo la constelación LEO la que representa el 44% de estos accesos satelitales (alrededor de 37 mil conexiones). En algunos estados del Norte, Starlinnk ya posee más de la mitad de sus accesos de nicho.
La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) aprobó en abril de 2025 la ampliación de la licencia de satélite LEO, permitiendo la operación de 7,5 mil satélites adicionales además de los aproximadamente 4,4 mil ya autorizados. Con ello, la constelación podría alcanzar casi 12 mil satélites en órbita que prestarán servicio a Brasil en los próximos años, fortaleciendo su capacidad y cobertura.
Rendimiento y latencia
Ambos sistemas pueden ofrecer velocidades de banda ancha, pero las cifras dependen de la infraestructura disponible. En mediciones en Brasil, la conexión LEO de Starlink de descarga de 113 Mbps y carga de 22 Mbps, con un rendimiento superior al de otros satélites. Por otro lado, el FWA 5G, cuando utiliza frecuencias medias (3,5 GHz), puede alcanzar velocidades similares o superiores según la proximidad de la antena y la disponibilidad de espectro.
En cuanto a la latencia, una conexión fija 5G suele tener una latencia en el rango de 20 a 40 milisegundos, similar a una red móvil convencional adecuada para aplicaciones en tiempo real, videoconferencias, etc. La constelación de satélites de órbita baja registró latencias de alrededor de 50 ms en pruebas en Brasil, increíblemente bajo en comparación con los 600.800 ms de los satélites geoestacionarios.
En la práctica, 50 ms es lo suficientemente cercano a la experiencia de la fibra (que gira a 520 ms) para soportar casi todas las aplicaciones sin pérdidas importantes. La diferencia de 30 ms entre FWA y LEO no es notable para las aplicaciones más comunes, aunque en teoría el 5G en modo independiente puede reducir aún más la latencia a medida que evoluciona la infraestructura central.
A pesar de las similitudes, en zonas rurales remotas, o con infraestructura deficiente, Internet satelital se consolida como un salvador de la última milla. Cuando no hay torres de telefonía celular cercanas o backhaul de fibra, implementar 5G puede no ser factible en el corto plazo. La instalación de una antena satelital se convierte en la salida más rápida y de mejor rendimiento.
En la agricultura brasileña, por ejemplo, la adopción de Internet LEO ha sido celebrada como un factor de productividad, conectando granjas que antes estaban fuera de línea. Incluso las agencias públicas han recurrido a la solución espacial para conectar escuelas, puestos de salud y bases en el bosque. Por lo tanto, en las zonas de sombra de los operadores, el satélite no tiene competencia, llena un nicho de conectividad básica y avanzada al mismo tiempo, lo que lleva del acceso básico a Internet a las posibilidades de implementar soluciones de IoT en el campo.
Por el contrario, en áreas urbanas y regiones con redes móviles bien estructuradas, FWA 5G debería prevalecer como opción preferida para el acceso inalámbrico fijo. Esto se debe a que en las ciudades existe una alta densidad de antenas, capacidad de sobra y competencia entre operadores 5 factores que mantienen los precios asequibles y permiten paquetes de datos generosos. FWA puede competir directamente con la banda ancha tradicional en vecindarios no cableables, ofreciendo un rendimiento similar al de la fibra en muchos casos.
En conclusión, el nuevo escenario de conectividad en Brasil apunta a la coexistencia complementaria de FWA e Internet satelital. No se trata de una competencia frontal por la misma cuota de mercado, sino para satisfacer de manera óptima diferentes necesidades geográficas y de uso. Los ejecutivos y tomadores de decisiones deberían ver estas tecnologías como aliadas en la expansión de la conectividad: la FWA aprovecha la infraestructura 5G para ofrecer banda ancha inalámbrica rápida donde sea económicamente viable, y el satélite cubre las brechas y proporciona movilidad y redundancia. Este mosaico, si está bien coordinado, garantizará que la transformación digital no conozca los límites físicos, llevando Internet de calidad desde el centro de las metrópolis a los confines sostenibles y eficientes del país.