Celebrado el 15 de marzo, el Día del Consumidor es una de las fechas más importantes en el comercio minorista, ya que impulsa las ventas y aumenta significativamente la demanda de servicios de entrega. Ante este escenario, la industria logística necesita prepararse con anticipación para hacer frente al gran volumen de pedidos. Esta organización implica una serie de estrategias, desde fortalecer el personal y ampliar la capacidad operativa hasta el uso de tecnologías avanzadas para optimizar rutas y monitorear las entregas en tiempo real.
Para Vinicius Valle, director de marketing de Gaudium, una startup centrada en los mercados de movilidad y logística, el primer paso para tener entregas exitosas es predecir el volumen de pedidos en función de datos de años anteriores y tendencias del mercado. “Con esta información es posible ajustar la capacidad operativa contratando trabajadores temporales, ampliando la flota de vehículos y reforzando el inventario de materiales de embalaje y envío”, comenta.
Además, la tecnología juega un papel crucial en la organización y eficiencia del sector de entrega. Se utilizan sistemas avanzados de gestión de almacenes y transporte para optimizar las rutas de entrega, reducir el tiempo de transporte y maximizar la utilización de los vehículos. “Con la ayuda de esta herramienta, el uso de inteligencia artificial y aprendizaje automático permite predecir y mitigar posibles cuellos de botella logísticos, mejorando la precisión de” las entregas, explica el experto.
Otra premisa básica es mantener informados a los clientes sobre el estado de sus pedidos. Cabe señalar que esta actitud es fundamental para garantizar una experiencia positiva.“Por lo tanto, las empresas de reparto invierten en sistemas de seguimiento en tiempo real, lo que permite a los consumidores seguir cada paso de el proceso de entrega. Las notificaciones por SMS, correo electrónico o aplicaciones móviles informan sobre el progreso de la entrega y la previsión de llegada, proporcionando mayor transparencia y confianza en el CADH, concluye
Sin embargo, incluso con toda la planificación pueden ocurrir imprevistos y la gestión eficaz de retrasos y problemas es fundamental. Al fin y al cabo, el Código de Protección al Consumidor estipula el retraso como incumplimiento de la oferta y garantiza derechos como el reembolso y la rescisión del contrato. Por lo tanto, políticas claras de resolución de problemas, como el reenvío de pedidos o la emisión de vales de compra, ayudan a minimizar el impacto negativo para los consumidores. Además, equipos de atención al cliente bien capacitados son esenciales para atender las quejas y encontrar soluciones rápidas y satisfactorias.