Siempre que hablamos de compras online, no hay forma de evitar mencionar algo que es el terror tanto de los consumidores como de los minoristas: los fraudes. Y no es por menos, ya que los datos del informe “El estado del fraude y el abuso 2024” muestran que Hay una proyección de que las pérdidas derivadas de estas estafas virtuales superarán los 1.000 millones de dólares para 2027. Sin embargo, de la misma manera que los malhechores son cada vez más creativos a la hora de desarrollar iniciativas criminales, las empresas también han tomado excelentes medidas para garantizar un entorno seguro para sus consumidores. De esta manera, ¿podemos decir que 2025 será una reducción del comercio electrónico?
Un estudio de BigDataCorp demostró que el índice de seguridad digital del comercio electrónico brasileño alcanzó más de 95% a principios de 2024 gracias al mayor uso de SSL (Secure Sockets Layer), que utiliza cifrado para proteger los datos de los usuarios de Internet. Además, el propio consumidor está más alerta y ha podido identificar más fácilmente cuando una transacción es fraudulenta. Según una encuesta de Opinion Box, el 91% de los usuarios ya ha renunciado a una compra online precisamente porque sospechan de estafas.
Otro punto que cuenta a favor de combatir el fraude es la Inteligencia Artificial. Mediante su uso combinado con análisis de datos y aprendizaje automático, por ejemplo, muchos minoristas pueden establecer estándares para una transacción normal y actuar con antelación cuando ven una compra sospechosa. La tecnología puede basarse en varios temas como recurrencia, lugar de compra, medio de pago más utilizado, perfil del cliente, etc.
Además, la IA puede perfilar a usuarios sospechosos, bloqueando su acceso a la plataforma de comercio electrónico y evitando futuras estafas. En este caso, la tecnología, también relacionada con el aprendizaje automático, se basa en información diversa como comportamiento en línea y análisis de perfiles, monitoreo de dirección de correo electrónico, IP y teléfono. Con estos datos, el minorista puede rastrear las intenciones de ese individuo, verificando la posibilidad de robo de identidad, piratería de cuentas e incluso el historial de incumplimiento.
Debido a esta gama de posibilidades, una encuesta realizada por la Asociación de Investigadores Certificados de Fraude (ACFE) y SAS muestra que 46% de profesionales antifraude en América Latina ya utilizan IA y aprendizaje automático en su trabajo diario. Además, un estudio de EY indica que la tecnología tiene aproximadamente 90% de precisión en la detección de spam, malware e invasiones de redes.
Si bien aún no hay datos completos sobre la cantidad de fraude en el comercio electrónico durante el año 2024, ya que todavía estamos a principios de 2025, en 2023 se produjo una caída significativa de 29% en los intentos de golpe en estas plataformas, según datos de la encuesta Fraud X-ray 2024. Esto enciende esperanza, mostrando que la tecnología ha sido un aliado y contribuye a un horizonte más optimista para el sector.
Así, podemos decir que la lucha contra el fraude en el entorno online es cada vez más eficaz, con tecnologías que inhiben la acción de los delincuentes. Aunque parece bastante desafiante, el escenario para 2025 es positivo, con mayor confianza y seguridad por parte de los minoristas. Aunque es difícil dar fe de si el fraude realmente disminuirá este año, estamos convencidos de que los jugadores se están actualizando para que las estafas online sean una realidad cada vez más rara, dando paso a una excelente experiencia del cliente en las plataformas.