La teoría circula entre los expertos en tecnología de que la IA ondulada, que ha llamado la atención y las inversiones relevantes, ha demostrado características de una nueva “burbuja”, como ha ocurrido en el pasado con otras soluciones. La explicación radica en que el mismo movimiento ocurrió con Internet en 1999 y con coches de conducción autónoma en 2017, afirmando que “dato AI”, como se ha llamado a la nueva burbuja, posiblemente tendrá efectos económicos aún mayores que sus predecesoras.
Los expertos en tecnología fundamenta sus opiniones en un punto fundamental que aún no se ha solucionado en el uso de la IA: la fiabilidad. “Como claro ejemplo de esta deficiencia, muchos usuarios de herramientas con lenguaje GPT-4 afirman hechos falsos completamente inventados por modelos de lenguaje y que pueden pasar desapercibidos para el usuario, convirtiéndose en el talón de Aquiles de esta tecnología aún emergente”, explica Gabrielle Ribon, defensora de la innovación y Maestría en Innovación y Emprendimiento en la Universidad de Edimburgo.
Ribon, que trabaja en el mercado financiero con enfoque en nuevos productos y tecnologías, además de ser especialista en Tecnologías Creativas en Miami Ad School, dice que “este punto crucial no se puede resolver, la tecnología es inútil, ya que no cumple con sus” función.
Además, entrenar y mantener modelos de IA consume una cantidad relevante de energía. Esta información es confirmada por la afirmación de que Google experimentó un aumento de casi 50% en las emisiones de carbono en comparación con 2019, precisamente por la ampliación de los centros de datos para mantener los sistemas de inteligencia artificial.
“La preocupación por la posibilidad de una crisis relacionada con los sectores tecnológico, bancario y energético debido a la especulación del mercado llega en un momento caluroso del uso de esta modalidad tecnológica, ya que buena parte de las industrias y servicios han estado buscando formas de incorporar herramientas de aprendizaje automático en sus” actividades, advierte el experto.
Entre estas industrias, hay un punto destacado para el mercado financiero. En Brasil, Febraban, principal representante del sector bancario nacional, ha abogado por el uso de la IA en el sector y en la economía en su conjunto, centrándose en la defensa de la ética. y empleo responsable de esta solución.
Según Gabrielle Ribon, el interés del mercado por la inteligencia artificial es inevitable, considerada una tecnología exponencial centrada en el análisis de grandes volúmenes de datos. “Es tentador la promesa de aumentar la productividad ayudando en la ejecución de tareas repetitivas y la identificación de patrones. Sin embargo, será crucial resolver el problema de confiabilidad, ya que la información falsa no es útil para mejorar los procesos y tomar decisiones estratégicas. Es necesario que el mercado y los usuarios evalúen cuidadosamente el progreso y uso de esta tecnología para evitar impactos económicos y ambientales significativos”, concluye.

