Delegar tareas forma parte de la rutina de los ejecutivos en puestos de alta dirección. Es una práctica que contribuye a mejorar la competencia del equipo e incluso ayuda a mantener la motivación de los empleados. Sin embargo, para muchos, asignar tareas y responsabilidades a otros sigue siendo un gran desafío. Un estudio de Gallup sobre el Estado del Lugar de Trabajo Global 2023, realizado a más de 1400 ejecutivos en Estados Unidos, reveló que tres cuartas partes de los encuestados tienen dificultades para delegar.
Para Rodrigo Magalhães, socio de EXEC, muchos directores ejecutivos terminan involucrándose en asuntos operativos por razones que pueden incluir falta de confianza, valentía y una buena dosis de perfeccionismo. «La confianza es un elemento importante al delegar tareas y está estrechamente vinculada a la valentía. Para confiar en los demás, necesitan tener la audacia de transferir algunas decisiones y acciones a su equipo directo e indirecto».
Para Magalhães, delegar no implica necesariamente que la actividad no sea supervisada. "Incluso si el director ejecutivo asigna una tarea, función o actividad, es necesario supervisarla para que pueda estar al tanto de lo que sucede".
Además, según él, la dificultad para delegar también puede estar vinculada a características personales del propio profesional, como ser centralista y perfeccionista.
La dificultad para delegar puede tener consecuencias negativas no solo para el individuo, sino también para la empresa. Entre los puntos que Rodrigo destaca al respecto se encuentran la falta de visión a largo plazo, la falta de atención a la evolución del mercado y la falta de enfoque en los objetivos macro. «Un CEO demasiado centrado en el día a día acaba teniendo menos tiempo para pensar en la innovación, la transformación y el futuro. Pierde mucho al no mirar más allá de la empresa, perderse las novedades del mercado y no prestar atención a los objetivos más amplios de la organización, que incluyen las principales iniciativas de transformación que impulsan el progreso de la empresa».
¿Puede la IA perjudicar la capacidad de un CEO para delegar?
La llegada de la Inteligencia Artificial (IA) ha generado preocupación en el mercado ante la posibilidad de que esta tecnología pueda reemplazar ciertos puestos y, para algunos, podría reforzar el miedo a delegar tareas o roles. Según una encuesta realizada por ADN Digital en varios países, los directores ejecutivos temen ser reemplazados por máquinas; 43% de los entrevistados confirmaron esta sensación. "Recientemente participé en un foro en Londres que planteó este tema. Algunos aspectos aún no han evolucionado, especialmente en lo que respecta a los juicios de valor, lo que significa que la IA aún no comprende con claridad qué está bien y qué está mal", enfatiza Rodrigo.
El socio de EXEC lo tranquiliza, afirmando que la IA no debería reemplazar a un CEO, ya que no puede aportar un atributo importante a la toma de decisiones: la intuición. «En la toma de decisiones, la última palabra sigue estando en manos de un ser humano, que se compromete con la información, la acción, el diagnóstico o la solución, y utiliza la IA para respaldar esa decisión. Para construir».
Magalhães también señala que la IA puede ayudar a los directores ejecutivos en varios aspectos, como la toma de decisiones, el suministro de información y análisis de mercado, y la formulación de estrategias empresariales basadas en tendencias y datos actualizados. "Además, puede mejorar la comunicación empresarial, facilitando la redacción y revisión de documentos corporativos, como informes, correos electrónicos importantes, discursos y anuncios, y contribuyendo a la gestión del tiempo", enfatiza. Según la encuesta de ADN, el 451 % de los ejecutivos afirmó tomar decisiones basadas en datos e información utilizando ChatGPT.
El socio de EXEC también destaca que la IA puede impulsar la generación de ideas creativas para desarrollar nuevos productos, servicios o estrategias de marketing, así como crear materiales educativos y proporcionar contenido personalizado para la formación de equipos o el desarrollo profesional individual. «ChatGPT, por ejemplo, cuenta con una gran cantidad de información y una amplia base de datos, lo cual es importante para comprender las tendencias del mercado y facilitar la creación de contenido para la formación y el desarrollo de los empleados», enfatiza.
Según el socio de EXEC, los CEO que no adopten la IA podrían perder participación de mercado.
¿Cómo delegar más y ser más estratégico?
En un momento de gran transformación del mercado, Rodrigo ha seleccionado cinco consejos para ayudar a los CEO a distanciarse de las rutinas operativas y volverse más estratégicos.
- Tener un buen "N1". "Es importante que esté rodeado de buenos líderes por debajo de él, como vicepresidentes, directores y gerentes que puedan manejar asuntos operativos. Deben ser muy buenos para que el CEO confíe en ellos".
- Crear rutinas para monitorear objetivos más amplios. Esto también implica establecer algunos rituales de gestión para que el director ejecutivo no se sienta demasiado alejado de las actividades cotidianas.
- Use la tecnología para mantenerse al día con lo que sucede. "Pero eso no significa que el líder deba recibir una copia en cada correo electrónico, mensaje o grupo de WhatsApp", advierte.
- Practica la delegación a diario y cuestionándote constantemente. «Es un ejercicio de comportamiento: dejar que las personas tomen decisiones y evitar la falta de gestión centralizada».
Para Magalhães, la función del CEO es liderar al equipo, definir estrategias y tomar decisiones que requieren creatividad, visión para los negocios y empatía. «Es delegando que los líderes pueden sacar el máximo provecho de sus equipos y ejercer una gestión estratégica de personas», concluye.