El Black Friday es una de las fechas más esperadas del comercio minorista, con consumidores ansiosos por promociones y descuentos. Sin embargo, para las marcas, la gran pregunta es cómo participar en este evento sin comprometer la percepción de valor construida a lo largo del tiempo. Para Eros Gomes, especialista en branding, la respuesta está en alinear las promociones con el posicionamiento de la marca, garantizando que la comunicación mantenga la coherencia y fortalezca la relación con los consumidores.
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En este contexto, las campañas creativas y alineadas con el propósito de la marca se han destacado. Empresas como Ikea y Google ya han demostrado que es posible mantener la integridad de la marca, incluso en acciones promocionales. Ikea, por ejemplo, promovió el #BuyBackFriday, incentivando a sus clientes a devolver muebles antiguos para su reventa o reciclaje, reforzando su posicionamiento sostenible. "Estas iniciativas demuestran que, más que vender, es necesario generar una conexión emocional con el público", añade Eros.
Además, Eros destaca que las marcas deben estar atentas a la jornada del consumidor. Hoy, con múltiples canales digitales, la experiencia de compra está fragmentada, y las marcas necesitan ser consistentes en todos los puntos de contacto. "Ya sea en el sitio web, en las redes sociales o en los anuncios, la narrativa debe ser única y fiel a lo que la marca representa. Ese es el verdadero poder del branding", concluye.
Así, el Black Friday deja de ser solo una fecha de descuentos y se transforma en una oportunidad para fortalecer la posición de la marca, manteniendo la fidelidad y la preferencia de los consumidores en un mercado cada vez más competitivo.