La industria de las apuestas deportivas en línea enfrenta un período de mayor atención en Brasil. La CPI (Comisión Parlamentaria de Investigación) de Apuestas Deportivas, establecida en el Senado, volvió a ganar protagonismo tras la declaración de la influenciadora Virginia Fonseca, quien tiene una amplia presencia en redes sociales, con más de 53 millones de seguidores, y mantiene contratos con empresas del sector. Según un estudio de Escavador, legaltech especializada en la organización de datos jurídicos públicos, se registraron 6.575 procesos judiciales relacionados con apuestas deportivas en Brasil entre 2023 y 2025.
Los casos van desde solicitudes de indemnización por daños morales y materiales hasta acusaciones de prácticas abusivas, revelando un escenario preocupante en un sector que mueve miles de millones de reales y es impulsado por influenciadores digitales, atletas y campañas publicitarias agresivas. Aun con la legalización de las apuestas en 2023, las cifras revelan que la judicialización del sector crece a un ritmo acelerado. Algunas de las principales plataformas que operan en Brasil acumulan cientos de demandas judiciales, como Bet365 Loterias do Brasil, con 326 procesos como demandada, y Betano (Kaizen Gaming Brasil Ltda), con 172 registros, ambos relacionados, mayoritariamente, con daños morales, pérdidas financieras y violaciones de los derechos del consumidor.
Los datos analizados por Escavador son públicos y excluyen procesos bajo secreto de justicia. Según la plataforma, es creciente el número de acciones que responsabilizan a influenciadores digitales por supuesta coautoría en prácticas lesivas hacia los consumidores. Un ejemplo emblemático involucra a la influenciadora Virginia Fonseca, quien, además de haber sido escuchada por la CPI de Apuestas Deportivas, es una de las demandadas en una acción interpuesta por una persona física. El proceso también incluye diversas casas de apuestas y a la influenciadora Deolane Bezerra. La autora de la acción busca la restitución de R$ 322.750,00 y además R$ 800.000,00 por daños morales, totalizando R$ 1.122.750,00.
Dado ese contexto, Dalila Pinheiro, analista jurídica y DPO de Escavador, evalúa: “Hoy, uno de los principales riesgos de las plataformas de apuestas ya no está en la ilegalidad, sino en la forma en que la adicción es promovida bajo la apariencia de entretenimiento. Muchos jóvenes terminan entrando en un ciclo de compulsividad y endeudamiento, creyendo que están invirtiendo, cuando, en realidad, solo están apostando.” Según datos de ANBIMA, más de 4 millones de brasileños creen que las apuestas deportivas constituyen una forma de inversión.

