Quase unânimes (96%) em afirmar que vão ampliar os investimentos em Inteligência Artificial (IA) neste ano, os CIOs, diretores de Tecnologia de Informação, enfrentam um paradoxo: apenas 49% dizem que suas equipes estão preparadas e 46% relatam insuficiência de dados para sustentar os projetos, conforme recente estudo da PwC.
Pero, ¿qué hacer cuando la empresa ya ve el valor de la IA y tropieza con la falta de datos o la falta de preparación del equipo?
"La tecnología por sí sola no basta. Sin capacitación adecuada y datos de calidad, la inversión en IA puede no generar el impacto esperado. Y este también es un papel de los líderes; capacitar a la gente, asegurar un soporte técnico robusto e integrar sistemas para transformar la IA en una ventaja competitiva real", afirma João Neto, CRO de Unentel.
La gobernanza de la IA también está en construcción: solo el 42% de las empresas tienen políticas estructuradas y el 49% las están implementando, según Logicalis. Aun así, los resultados aparecen rápidamente: el 77% de las compañías que invirtieron en los últimos 12 meses ya han registrado un retorno sobre la inversión.
Es decir, incluso con las lagunas estructurales, la IA ya demuestra resultados concretos, lo que hace más urgente invertir en capacitación y buenas prácticas de gobernanza. Aún hay mucho espacio para ampliarlas y obtener más retorno en resultados”, continúa el CRO.
Otro dato importante, señalado por Gartner, indica que el 63% de las empresas con un alto nivel de madurez en IA ya monitoriza los resultados de sus proyectos a través de métricas sólidas de ROI y satisfacción del cliente. Sin embargo, menos de la mitad de estas organizaciones logran mantener sus proyectos de IA operativos durante tres años o más, lo que refuerza la importancia de estrategias estructuradas y a largo plazo.
Para que estas inversiones en IA sean duraderas y transformadoras, es necesario elevar la confianza y la capacidad operativa de los equipos, fortalecer la gestión de datos y consolidar una cultura de aprendizaje continuo; un trinomio que, para João Neto, es fundamental para garantizar que la innovación se traduzca realmente en valor de negocio.
No basta invertir: es preciso preparar el terreno para que datos, personas y cultura caminen juntos, concluye el ejecutivo.