Tres cambios estratégicos que los emprendedores deben adoptar para impulsar el crecimiento en 2025

Las empresas exitosas tienen en común la capacidad de ajustar sus estructuras organizativas para mantener su eficiencia y competitividad en el mercado. Y la base de este proceso es la alineación entre valores y estrategias de largo plazo, que, a su vez, deberían reflejarse en las actividades operativas.

Los principales responsables de garantizar esta sinergia son los líderes. Una encuesta de Gallup mostró que 70% de compromiso y productividad de los empleados están directamente relacionados con el desempeño de sus líderes. Por lo tanto, fortalecer la capa táctica es esencial para que la planificación se traduzca efectivamente en acciones prácticas.  

A Marcus Marques, referencia en gestión empresarial y fundador del Grupo Accelerator, las empresas que realizan cambios periódicos y estratégicos en el organigrama pueden navegar mejor por las incertidumbres del mercado.“S Planificar magistralmente no es lujo, es necesario. Cada ajuste, plan y estrategia debe realizarse con precisión y visión de futuro, para que la empresa no sólo sobreviva, sino que prospere y aparezca en un mercado tan competitivo”, afirma el experto.  

1. Fortalecer el liderazgo estratégico  

Un liderazgo fuerte alineado con los valores de la empresa es fundamental para guiar el crecimiento sostenible. Deben actuar como guardianes de la misión, visión y valores del negocio, asegurando que cada decisión esté conectada con los objetivos de largo plazo.“Los líderes estratégicos son aquellos capaces de anticipar tendencias y adaptarse al mercado, sin dejar de lado los valores corporativos, ya que es necesario seguir la cultura empresarial para que también se consigan resultados”, explica Marques. 

Para 2025, es fundamental que los líderes sigan las tendencias e incorporen metodologías ágiles y basadas en datos, como el uso de inteligencia artificial. Sin embargo, esta integración debe realizarse de manera cuidadosa y alineada con las necesidades específicas del negocio, asegurando que sean adoptadas de manera sostenible. “Cuando se utilizan con propósito y claridad, herramientas innovadoras que tengan sentido con el negocio conectan los objetivos de la empresa con las prácticas diarias, promoviendo mejores resultados”, enfatiza el experto.

2. Potencia la capa táctica  

Los gerentes, supervisores y líderes, que forman la capa táctica de la organización, tienen la función de conectar la estrategia con el día a día. Cuando están capacitados, estos profesionales pueden transformar lineamientos estratégicos en acciones prácticas.

Las empresas que empoderan a sus directivos obtienen beneficios como una mayor participación del equipo, una reducción de errores y una implementación más ágil de la planificación.“Eles son el puente entre la visión de la junta y la ejecución operativa. Invertir en formación continua y metodologías que faciliten la comunicación y el seguimiento del desempeño marca la diferencia”, recomienda Marques. 

3. Optimizar el funcionamiento  

La organización y el buen desempeño de los empleados reflejan directamente el éxito de la planificación estratégica. Equipos operativos capacitados, bien preparados y ágiles pueden ofrecer resultados con menos recursos, optimizando costos y elevando la calidad de los productos o servicios. 

Para Marques, la clave está en la ejecución precisa de cada ajuste en la estructura organizacional. “Potencializar lo operativo no se trata sólo de eficiencia, sino de crear una cultura de mejora continua. Con un plan bien estructurado, los cambios dejan de ser riesgos y se convierten en oportunidades de crecimiento”, concluye.