Las compras en línea a través de dispositivos móviles han crecido significativamente en los últimos años, convirtiéndose en una de las principales formas de consumo en el comercio digital. Según una encuesta realizada por Octadesk, en colaboración con Opinion Box, el 731 % de los consumidores prefiere usar dispositivos móviles para realizar compras en línea. En este contexto, adaptar el comercio electrónico para una experiencia móvil optimizada ya no es una opción, sino una necesidad para las empresas que desean mantenerse competitivas.
Jheniffer de Oliveira Nunes, diseñadora visual sénior de Uappi, enfatiza la importancia de tener un sitio web responsivo y explica cómo esta adaptación puede mejorar la experiencia del usuario y, en consecuencia, impulsar las ventas y aumentar las tasas de conversión: «Un error común es pensar que basta con adaptar un sitio web de escritorio a un dispositivo móvil. Se trata de contextos diferentes, y la experiencia debe diseñarse pensando en el usuario de smartphone. Esto implica invertir en una interfaz flexible que se adapte a cualquier pantalla y optimizar la velocidad de carga, ya que si una página tarda más de tres segundos en cargar, el consumidor podría abandonar la compra».
Además, existen varios desafíos técnicos, desde la velocidad hasta garantizar un diseño que responda bien a diferentes resoluciones y dispositivos. «Usar tecnologías como CSS Flexbox ayuda a crear una experiencia fluida, mientras que los formatos de imagen optimizados y el almacenamiento en caché reducen el tiempo de carga. Otro punto esencial es la accesibilidad, con botones bien posicionados y texto adaptable a diferentes necesidades», destaca el experto.
Riesgos para quienes no invierten en comercio electrónico responsivo
Sin embargo, las empresas que no invierten en estrategias que prioricen la movilidad se enfrentan a numerosos riesgos, como la pérdida de clientes y oportunidades: «Además de perjudicar la experiencia del usuario, un sitio web que no responde tiene un peor rendimiento en las búsquedas orgánicas, aumenta la dependencia de la publicidad de pago e incluso puede exponer las transacciones a riesgos de seguridad. En el mercado digital, donde la competencia es feroz, no adaptarse significa quedarse atrás», advierte el diseñador visual.
El mercado ya está evolucionando hacia experiencias aún más dinámicas, como el V-Commerce (compra por voz), la realidad aumentada para probar productos antes de la compra y el comercio social, que integra las compras directamente en las redes sociales. Jheniffer concluye que estas tendencias están configurando el futuro del comercio electrónico móvil. Las empresas que no se adapten a estos cambios se arriesgan a perder relevancia y competitividad.
Dado que el comportamiento del consumidor evoluciona rápidamente, invertir en comercio electrónico receptivo no es solo una cuestión de tecnología, sino una estrategia fundamental para garantizar mayores conversiones, lealtad y una fuerte presencia digital en el mercado.