Cada vez más lidiamos con la convergencia digital en todas las áreas de nuestra vida. La eficiencia y la productividad se han optimizado gracias al acceso y al intercambio de información en tiempo real, independientemente de la ubicación. Además, según un estudio de Accenture de 2023, la integración entre los mundos físico y digital está permitiendo que las agencias gubernamentales y las empresas reorienten sus operaciones para alcanzar un mayor éxito. Con facilidad, profesionales y estudiantes realizan videollamadas, participan en reuniones virtuales y asisten a webinars utilizando dispositivos electrónicos, herramientas indispensables en el entorno corporativo y académico.
Cuando pensamos en los momentos de ocio, diversos dispositivos como teléfonos inteligentes y televisores inteligentes, así como sus accesorios, pueden ofrecer experiencias inmersivas y personalizadas para el consumo de contenido digital. Ver películas, jugar videojuegos y escuchar música se convierten en actividades enriquecedoras gracias a la calidad de sonido mejorada y a la conectividad inalámbrica, por ejemplo. Según DataReportal, en 2023, el tiempo medio de uso online de los usuarios de internet fue de 6 horas y 37 minutos al día, lo que pone de manifiesto la importancia de estos dispositivos en nuestra rutina diaria.
Dado este historial, la convergencia digital es el principal motor de la transformación, integrando diversas tecnologías y plataformas en un único dispositivo o sistema. La tecnología Bluetooth, por ejemplo, permite que dispositivos como los smartphones se conecten simultáneamente a varios gadgets, como auriculares y relojes inteligentes. Esta integración también se extiende a los asistentes virtuales y plataformas de streaming, accesibles directamente desde dispositivos como los altavoces inteligentes, que se han convertido en centros de control en muchas residencias.
Las innovaciones tecnológicas, como la cancelación de ruido activa y la calidad de audio de alta definición en los dispositivos de audio, aumentan aún más la versatilidad de estos aparatos, permitiendo su uso en diferentes escenarios, conciliando el uso doméstico con el corporativo. Las cajas de sonido, por ejemplo, pueden utilizarse en reuniones corporativas y en momentos de fiesta y diversión.
Podemos decir que la pandemia aceleró drásticamente la convergencia digital. Antes de 2020, la mayoría de las interacciones y actividades eran predominantemente presenciales; el trabajo desde casa tenía una presencia aún tímida, pero en evolución. A partir de 2020, el uso de dispositivos híbridos se disparó, permitiendo la continuidad de las actividades en un entorno remoto. Un estudio del Pew Research Center del año pasado indica que, a pesar de que el trabajo remoto haya disminuido, continúa siendo cinco veces mayor que en la época previa a la pandemia, y el formato híbrido está creciendo en el mercado, mostrando cuánto cambió el período.
Esa transformación de los dispositivos electrónicos refleja una tendencia de nuestra sociedad: buscamos tecnologías que no solo satisfagan una necesidad, sino que funcionen en diversos momentos, siendo exploradas en el ocio, durante las actividades físicas, en el trabajo y en el estudio. La convergencia digital es la clave para esta transformación, y su impacto continuará moldeando el futuro de la tecnología de consumo, trayendo también una mejor relación costo-beneficio al usuario. Según Grand View Research, el mercado global de dispositivos conectados debe crecer a una tasa del 12% anual hasta 2026, impulsado por la continua integración de nuevas tecnologías.
La versatilidad de los dispositivos electrónicos, impulsada por la convergencia digital, es una realidad que ha llegado para quedarse. El desafío está en encontrar un equilibrio en el uso de la tecnología, aprovechando sus beneficios sin dejar que domine las relaciones y las rutinas. La conciencia sobre el tiempo de uso de los dispositivos, el estímulo de actividades sin conexión y la creación de momentos de desconexión son pasos importantes para asegurar que la herramienta sea una aliada y no una enemiga de las relaciones familiares.
A medida que los dispositivos electrónicos se vuelven fundamentales en diversos entornos cotidianos, facilitando desde reuniones virtuales hasta el consumo de contenido digital, la convergencia digital emerge como un motor de esta transformación. Mientras las innovaciones integran diversas plataformas, la versatilidad de estos aparatos promete redefinir cómo interactuamos en el trabajo, los estudios y el tiempo libre.

