Durante años, los programas de bienestar corporativo se han centrado principalmente en la salud física y mental, ofreciendo beneficios como gimnasios, sesiones de terapia, meditación guiada y planes de salud ampliados. Pero un nuevo pilar empieza a ganar terreno en las estrategias de las empresas más innovadoras: la salud social.
El concepto, que fue destacado en eventos globales como el SXSW y que se está consolidando en organizaciones internacionales, parte de la idea de que la calidad de las conexiones sociales dentro del trabajo tiene un impacto directo en la salud mental, física e incluso en el rendimiento profesional.
“La ausencia de vínculos sociales significativos en el ambiente corporativo puede generar aislamiento, aumentar el riesgo de enfermedad y comprometer tanto la motivación como la retención del talento. Por otro lado, equipos que cultivan interacciones saludables presentan más creatividad, colaboración y compromiso”, explica Eliane Aere, presidenta de la ABRH-SP
En Brasil, la ABRH-SP, referente en discusiones sobre tendencias de gestión de personas, señala que la salud social comienza a ser vista como la tercera dimensión del bienestar, junto a la salud física y mental. Esto incluye prácticas como:
- Programas de integración y pertenencia para nuevos colaboradores;
- Redes de afinidad que fortalecen la diversidad y la inclusión;
- Iniciativas de voluntariado corporativo, que amplían los lazos sociales dentro y fuera de la empresa;
- Políticas que fomentan la convivencia y la colaboración, en modelos híbridos o presenciales.
Según la asociación, el desafío de las empresas brasileñas será incorporar la salud social de forma estructurada en sus agendas de RRHH, entendiendo que los vínculos interpersonales no son solo un “extra”, sino un componente estratégico del bienestar y la competitividad organizacional.
“Si hasta hace poco hablábamos de salud mental como el nuevo foco, ahora vemos un paso adelante: entender que el ser humano es social por naturaleza, y que las relaciones sanas en el trabajo son determinantes para la salud integral”, refuerza Aere.
Con el avance de esta tendencia, el futuro del bienestar corporativo en Brasil debería expandirse para incluir estrategias que promuevan la pertenencia, las redes de apoyo y las conexiones humanas, consolidando la salud social como prioridad en la agenda de las empresas.