Cuestiones tecnológicas y ambientales, sociales y de gobernanza (ESG / ESG) se han convertido en algunos de los pilares fundamentales para casi cualquier emprendedor o emprendedor que quiera crecer. La era de la sostenibilidad ha pasado. Lamentablemente, nuestro planeta y nuestra existencia ya necesitan una nueva propuesta. Ahora bien, no basta con que las empresas sean sostenibles. Necesitan asumir un papel activo en la regeneración de nuestro ecosistema.
Por tanto, surge la necesidad de avanzar hacia una nueva era del Negocio Regenerativo, que opere activamente con modelos restaurativos, desde el punto de vista de las personas y del propio negocio. Estos modelos van más allá del resultado cero en impacto (net zero) o neutralidad de carbono en su cadena. Pueden crear formatos que favorezcan la restauración de los ecosistemas en los que se incluyen.
En este modelo, los procesos de negocio creados por la empresa están literalmente diseñados para ser regenerativos para el entorno en el que generan impactos. Esto significa no sólo utilizar insumos renovables, sino ir más allá y crear formas en que la lógica misma de estos insumos extractivos permita que el ecosistema florezca aún más por la presencia de esa empresa en el entorno de extracción.
La naturaleza es, en sí misma, totalmente eficiente y autorregenerativa. Pensemos que los sistemas regenerativos corporativos somos nosotros los humanos, actuando y haciendo las cosas como la naturaleza misma (sistemas de vida regenerativos).
Hay cuatro entornos para que la regeneración se produzca de forma sistémica: en los negocios, en la economía, en las personas y en la cultura organizacional. Desde el punto de vista de los dos primeros, debemos entender que las transformaciones ocurren dentro del modelo de negocio.
Ya sea por un lado o por otro, si la empresa no integra y encarna la capacidad de generar y capturar valor, el impacto no se vuelve sistémico. Es decir, sin desarrollar nuevas habilidades y competencias, ninguna empresa puede decir que está experimentando una transformación.
Aunque hoy en día son muy relevantes, las tecnologías por sí solas no son la respuesta. No basta con formar el nivel de liderazgo en Inteligencia Artificial si al día siguiente no hay impacto en el modelo de negocio o el funcionamiento de su empresa. Sin embargo el dominio de las habilidades tecnológicas es precisamente el diferencial que asegura la agilidad en los viajes de transformación.
La regeneración va más allá de la resiliencia y la sostenibilidad. Es una estrategia que impulsa a la empresa y requiere que se convierta en protagonista de su cadena de impactos. Los modelos de negocio regenerativos requieren un enfoque holístico, donde los procesos de negocio se planifican intencionalmente para que sean beneficiosos para el ecosistema.
La tecnología como potenciador de la transformación empresarial
A pesar de las muchas preocupaciones sobre el uso exponencial de soluciones de IA que está aumentando considerablemente el consumo de electricidad en el mundo, la tecnología en sí también es un camino de solución.
En las primeras versiones de blockchain vivimos la intensa necesidad de uso de electricidad, incluso para enfriar las estructuras de procesamiento de datos. Pero, por ejemplo, formatos más racionalizados de arquitectura de soluciones y nuevas tecnologías han permitido una reducción de más de 90% de este consumo en las últimas generaciones de aplicaciones Ethereum.
Y cuando analizamos la IA, empezamos a probar este escenario potencialmente prometedor: el Arca Invertir señala que las herramientas de IA pueden aumentar la productividad de las personas colaboradoras en casi 1.40% en los próximos ocho años. En términos financieros, esto equivale a un aumento de aproximadamente 50 mil US$ por persona trabajadora, lo que resultará en 56 billones de US$ en todo el mundo. Esta disponibilidad de tiempo y recursos podría cambiar el nivel de empresas que están preparadas para esta transición.
Sin embargo, las personas y empresas que se encuentran en un mayor estado de preparación para los cambios ágiles que viviremos en los próximos años, ya sean clima, comportamiento y tecnología, pueden beneficiarse de este nuevo momento. En este contexto, el aprendizaje de habilidades tecnológicas es cada vez más relevante no sólo para las áreas TI de las empresas.
Existe una alta correlación entre las personas que valoran el aprendizaje continuo y el desarrollo de entornos de alto rendimiento en las empresas. Las personas con mentalidad de crecimiento, aquellas que buscan constantemente la mejora y el aprendizaje, aportan una dinámica positiva al lugar de trabajo. Estas personas no sólo perfeccionan sus propias habilidades, sino que también inspiran a sus colegas a hacer lo mismo, creando un círculo virtuoso de desarrollo e innovación.
Las empresas que fomentan el aprendizaje y la curiosidad intelectual tienden a tener culturas organizacionales más sólidas y resilientes. Cuando los empleados sienten que tienen la libertad y el apoyo para explorar nuevas ideas y adquirir nuevos conocimientos, se sienten más comprometidos y motivados.
Ha pasado el tiempo para que tengamos el privilegio de llevar los problemas que heredamos a las próximas generaciones. Los desafíos del futuro nunca han sido más notorios en nuestra vida diaria. Y la próxima generación de líderes necesita comprender que el gran limitador de un futuro más prometedor es nuestra propia incapacidad para pensar y actuar de manera diferente mentalidad el liderazgo es nuestra mayor amenaza para el futuro.