Brasil cuenta con un equipo de agentes del FBI, denominado CAT – Cyber Action Team, formado e instruido por el agente oficial Marco González. Este equipo opera globalmente en incidentes cibernéticos, realizando investigaciones, averiguaciones e implementando estrategias para garantizar la seguridad y protección de datos sensibles de organizaciones y ciudadanos. En la era de la digitalización y la inteligencia artificial, los fraudes y ataques cibercriminales se detectan con alta frecuencia. Por ello, es importante analizar las tácticas empleadas por los criminales digitales para sortear los desafíos de este escenario cada vez más interconectado y amenazado.
En su participación en el Cyber Security Summit 2024, celebrado los días 28 y 29 de octubre en São Paulo, Marco, agente del FBI, compartió sus perspectivas y reveló información sobre las investigaciones llevadas a cabo por su equipo en Brasil, país clasificado como el segundo más atacado cibernéticamente del mundo. La creciente sofisticación de los delitos que ponen en riesgo la ciberseguridad de los brasileños en general, ha traído ataques a escala global que, además de comprometer la información, amenazan la seguridad y la reputación del gobierno y de las empresas. "Entre los principales tipos de amenazas identificadas, encontramos a proveedores de datos que participan en grupos criminales e instituciones multinacionales especializadas en el robo de información con fines financieros. Además, el hacktivismo es una preocupación, ya que individuos motivados por razones políticas o sociales buscan exponer información en lugar de obtener ganancias financieras. El terrorismo también se convierte en un asunto relevante, con organizaciones que utilizan internet para el reclutamiento y la propagación de ideologías extremistas", explicó el agente.
Según el agente, las investigaciones revelaron que los principales métodos operativos de los criminales, en la mayoría de los casos, implican la explotación de vulnerabilidades humanas, aprovechándose de fallas y encontrando oportunidades en errores cometidos por colaboradores desmotivados, insatisfechos o incluso utilizando ingeniería social para obtener acceso a los sistemas. En este sentido, Marco también alerta que la recolección de datos sensibles también puede ocurrir a través de las redes sociales para comprender comportamientos y planificar ataques.
Para combatir amenazas de estafas o incluso evitar que nuevos ataques se completen, el FBI ha adoptado medidas bien elaboradas y estratégicas. La primera es la reducción de la vulnerabilidad, promoviendo la colaboración entre el gobierno y el sector privado para compartir información y fortalecer la seguridad cibernética. La otra práctica es la reducción de la amenaza, que implica iniciativas para cambiar los comportamientos y aumentar la concienciación sobre las prácticas de seguridad. Finalmente, la reducción de daños es una prioridad, con la creación de procesos claros para responder a los ataques y restaurar rápidamente las operaciones. “Nuestro equipo trabaja con autoridades locales y estatales para mejorar la respuesta a los delitos cibernéticos, ofreciendo capacitación y apoyo técnico. La colaboración con el sector privado es incentivada por el FBI, y buscamos empresas que reporten intrusiones cibernéticas, promoviendo un enfoque conjunto en la lucha contra las redes de cibercrimen”, concluye Marco González.
La ciberseguridad requiere un esfuerzo colaborativo entre el gobierno y el sector privado, según las perspectivas presentadas por el agente del FBI que lleva años trabajando en Brasil. "El intercambio de información y la cooperación son esenciales para enfrentar la constante evolución de las amenazas cibernéticas y la aparición de nuevas estafas con tanta frecuencia", refuerza González. El enfoque adoptado por el agente introdujo el término "one team" durante su participación en el Cyber Security Summit Brasil para ilustrar a los asistentes la importancia del trabajo conjunto e integración de esfuerzos, con el fin de reducir las vulnerabilidades humanas y disminuir los daños generados por los incidentes de forma rápida y eficaz.