La regulación del mercado de apuestas en Brasil, consolidada con la sanción de la Ley 14.790 en diciembre de 2023, inauguró un nuevo capítulo para el sector del iGaming —término que se refiere a todas las actividades basadas en apuestas que ocurren en plataformas en línea. La medida estableció reglas más claras e impulsó el crecimiento de un mercado antes limitado e informal. Además de abrir nuevas oportunidades para empresas y jugadores, la regulación fortalece la seguridad jurídica, amplía la confianza de los usuarios y atrae inversiones.
Aunque esta acción ha dado un paso importante para estructurar el segmento en Brasil, aún persisten algunos desafíos significativos. Uno de los principales es el mercado ilegal de apuestas. Sigue representando una parte considerable del sector, moviendo alrededor de R$ 8 mil millones por mes, según estimaciones del Banco Central, sin la contribución tributaria generada por un mercado formalizado. Esta situación perjudica la recaudación fiscal y dificulta el aprovechamiento pleno del potencial del sector en el país.
Para Marlon Tseng, director ejecutivo de Pagsonrisa, gateway de pagos especializada en soluciones que conectan negocios con mercados emergentes, “la legalización y regulación del iGaming en Brasil allanan el camino para un crecimiento sostenible. Además de la recaudación tributaria, la seguridad jurídica estimula inversiones y la llegada de nuevos operadores, consolidando un sector más competitivo y confiable para los consumidores”.
Un estudio de la Asociación Internacional de Integridad en Apuestas (IBIA, por sus siglas en inglés) indica que el mercado brasileño de apuestas deportivas licenciadas podría generar US$ 34 mil millones en facturación para 2028 —una muestra del potencial de crecimiento del sector bajo la nueva regulación. Solo en 2024, según el Banco Central, el volumen mensual de transferencias para apuestas varió entre R$ 18 mil millones y R$ 21 mil millones.
Además, de acuerdo con otras estimaciones del Banco Central, los brasileños gastaron alrededor de R$ 20 mil millones en apuestas en línea en septiembre de 2024 (incluyendo aquellos R$ 8 mil millones movilizados por empresas ilegales, que dejaron de generar R$ 30 millones al gobierno en tasas de operación).
Marlon refuerza que, con un entorno más estructurado, el sector de apuestas se vuelve más atractivo para inversores y operadores. Explica que un mercado regulado beneficia no solo a las empresas, sino a toda la economía, creando un ambiente donde la transparencia y el cumplimiento de las leyes garantizan el fortalecimiento del sector y atraen a más inversores interesados en participar en un mercado sólido y ético.
“Este nuevo escenario favorece la innovación en modelos de negocio y exige que las plataformas se adapten a las exigencias legales, impulsando la entrada de nuevos actores y la profesionalización del sector, posicionando a Brasil como uno de los destinos más prometedores para apuestas en América Latina”, concluye.