La falta de control sobre las finanzas es una de las principales causas de cierre de pequeñas empresas en Brasil. Según una investigación del Sebrae, el 48% de las micro y pequeñas empresas cierran por problemas relacionados con la falta de planificación financiera y el descontrol del flujo de caja. A pesar de ello, muchos emprendedores todavía subestiman el flujo de caja, herramienta que evita crisis y abre camino para la expansión segura del negocio.
A Matheus Beiraoemprendedor fundador de Quema Diária translates to: **Quema diaria**Plataforma con programas de ejercicios para hacer en casa, la visión sobre el flujo de caja debe ir más allá del registro de ingresos y egresos diarios. Según él, este control sirve como un radar para identificar períodos de baja en las ventas y anticipar momentos de alta, permitiendo decisiones más seguras.
Muchos empresarios solo miran la caja cuando falta dinero, pero el secreto está en monitorear constantemente los datos y planificar a partir de ellos. Fue así como logramos crecer, invirtiendo en el momento oportuno y con más seguridad”, afirma.
¿Por qué el flujo de efectivo es decisivo?
Supervisar las entradas y salidas diarias permite al empresario percibir cambios en el comportamiento de los clientes y ajustar sus estrategias. Por ejemplo, un restaurante puede notar que las ventas caen a principios de mes y, con eso, planificar promociones específicas para ese período.
Este control también ayuda a gestionar gastos fijos y predecibles, como el alquiler y la nómina, y a prepararse para gastos adicionales. Saber que la empresa tendrá que cubrir el décimo tercer sueldo a finales de año permite reservar recursos con anticipación.
Matheus Beirão destaca que comprender los ciclos del negocio evita decisiones precipitadas. Según él, confiar únicamente en la intuición, sin datos concretos, hace que muchos emprendedores contraigan deudas o reduzcan equipos en momentos de baja temporal. “El flujo de caja muestra que ese momento malo puede ser solo pasajero. Ya he pensado en recortar gastos, pero al observar los números, percibí que era mejor aguantar, ya que la situación mejoraría en las semanas siguientes”, explica.
Prever y aprovechar las estacionalidades
Otro aspecto relevante del flujo de caja es la previsión de las estacionalidades. Las tiendas de ropa, por ejemplo, suelen tener mayor movimiento en los cambios de colección, mientras que las papelerías registran un pico de ventas en enero, con la vuelta a las clases.
Las empresas que monitorean estas variaciones pueden preparar sus inventarios y equipos de acuerdo con la demanda. Lo mismo vale para quienes prestan servicios, como los salones de belleza, que necesitan estructurarse mejor cerca de las fechas conmemorativas.
Beirão comenta que comprender esas fluctuaciones le permitió optimizar las inversiones en sus empresas. “Al percibir que determinados meses tenían más demanda por nuestros productos, empezamos a invertir más en publicidad en esos periodos, y los resultados se duplicaron. Esa lectura del flujo de caja fue esencial”, relata.
Estrategias para expandir sin ahogar las finanzas
Planificar expansiones usando el flujo de caja también reduce riesgos. Pequeñas reformas o la adquisición de equipos pueden comprometer las finanzas si no se programan. Lo ideal es fraccionar los gastos de forma que las cuotas quepan dentro de los ingresos previstos.
Otra sugerencia es reinvertir gradualmente parte de las ganancias. Una cafetería que quiere abrir una segunda sucursal, por ejemplo, puede empezar aumentando la capacidad de la tienda actual y evaluar el impacto financiero antes de dar un paso mayor.
Para Matheus Beirão, fue ese cuidado el que garantizó que Queima Diária creciera de forma estable. “El deseo de expandirse es grande, pero si la caja no sustenta el crecimiento, el sueño se convierte en pesadilla. Siempre analicé si había margen financiero antes de dar cada paso. Así, crecimos sin ahogar las operaciones”, concluye.