Vivimos en un mundo globalizado, en el que los hábitos de consumo han ido cambiando constantemente. Es un hecho que durante la pandemia de Covid-19 muchos consumidores han cambiado drásticamente la forma de comprar productos, desde la forma física tradicional hasta la virtual, es decir, online. Este cambio en la forma de compra de los consumidores ha requerido adaptaciones en el área logística. Los operadores logísticos, que antes de la pandemia estaban acostumbrados a realizar entregas en grandes lotes, tienen que realizar entregas cada vez más fraccionarias para atender individualmente a cada consumidor que compra a través de internet, en la modalidad conocida como comercio electrónico o comercio electrónico.
En este contexto entra un artículo relevante: el embalaje. Las entregas por lotes utilizan una determinada cantidad de embalaje, pero cuando la entrega se fracciona, la cantidad de embalaje se multiplica exponencialmente. Es muy común, al recibir un producto comprado por e-commerce, realizar la gran cantidad de embalaje, entre cartón, plástico de burbujas y otros materiales. Los distribuidores, para proteger los productos de la mejor manera posible durante el proceso logístico, muchas veces exageran la dosis, especialmente para artículos de pequeño volumen. Si compras una botella pequeña de perfume, por ejemplo, es probable que en el embalaje que ha llegado a tu residencia sea posible acomodar una botella de vino.
Esta forma de pensar sobre los envases para entregas de comercio electrónico no es un “privilegio brasileño. Esto ha ocurrido en todo el mundo. Según un informe de la BBC de junio de 2024, según Nicole Rycroft, directora ejecutiva de la organización medioambiental Canopy, que trabaja con empresas para preservar los bosques amenazados, “en los primeros días del comercio electrónico, los productos tenían siete veces más envases que las compras realizadas en tiendas físicas”.“ahora son unas cuatro veces y media, pero el exceso de envases sigue siendo grande”
Según Edrone, en 2024, el comercio electrónico en Brasil superó los 200 mil millones de ingresos, con un boleto promedio de casi $ 500,00 y más de 90 millones de compradores virtuales. Por lo tanto, continúa manteniendo la tendencia de crecimiento presentada en años anteriores. Estas cifras amplifican aún más la cantidad de envases consumidos y los que seguirán existiendo, al mantener la lógica de cuánto más grandes son los mejores resultados de los envases.
Algunas preguntas pertinentes: si el embalaje tiene una participación en el costo logístico, ¿por qué desperdiciar la oportunidad de reducirlo? ¿No se esperaría otro problema, con tanta tecnología integrada en los procesos logísticos, una optimización en el uso del embalaje?
Entre las posibles causas del uso del exceso de embalaje podemos mencionar la dificultad de unificar y transportar objetos pequeños. También cabe mencionar que, por mucha tecnología que se tenga, debido a los requerimientos de entregas más rápidas y dificultades para generar demanda, ¡A menudo la operación tiene que ser “virar” con lo que tiene disponible y, por supuesto, nada como un embalaje de tamaño familiar!
El comercio electrónico no se hace responsable de todos los residuos generados por sus envases, sin embargo, corresponde a las empresas del sector buscar alternativas sostenibles para solucionar este problema.