La gestión financiera en el comercio minorista debe verse como una estrategia, y no sólo como una necesidad para la operación y control de las tiendas. Ahorra tiempo y recursos empresariales, contribuyendo fuertemente al éxito de las ventas.Y más: la implementación de la Reforma Fiscal, prevista para comenzar en 2026, es otro motivo para que los comerciantes sigan las novedades del sector.
“El año que viene las empresas pasarán por un gran desafío nuevo, que es comprender la Reforma y cómo aprovecharla sin sucumbir a las complejidades. No sirve de nada quejarse y es necesario tener las (manos en el trabajo de la', comenta Paulo Zirnberger, director general de Omnitax, empresa especializada en inteligencia fiscal y soluciones fiscales. “El sector está acostumbrado a 'hacer de la limonada una LEMonade y, esta vez, el impacto no sólo estará en la cadena fiscal, sino en todo el comercio minorista”, continúa.
Las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial deberían ayudar en este papel, junto con las plataformas de pagos digitales y las Finanzas Abiertas. Para ayudar a las empresas no sólo durante la transición de la Reforma, sino a largo plazo, el ejecutivo comparte cinco tendencias y tecnologías que deberían estar presentes en el sector minorista en 2025. Consultar:
1-Motor de cálculo de la reforma tributaria
El motor de la reforma tributaria es una herramienta para guiar a las empresas a seguir cumpliendo con la legislación. La idea aquí es simular operaciones, permitiendo a los gerentes tomar decisiones comerciales en tiempo real, basándose en la comprensión de cada ADN tributario. La solución funciona en las nubes y se puede conectar a sistemas a través de API, lo que la hace altamente conectable, simple, rápida, flexible y especializada.
“Nunca la palabra ¡nabilidad' fue tan importante. Se espera que cada empresa en el ecosistema fiscal y financiero tenga la suya propia, y depende de la tecnología ofrecer nuevas capacidades al por menor para enfrentar los desafíos de los próximos diez años, durante el” transición, afirma Zirnberger.
2. Integración de la inteligencia artificial y la automatización
La inteligencia artificial (IAg) ayudará enormemente en la transformación de la gestión fiscal y financiera del minorista, aportando inicialmente contenido legislativo y la capacidad de adaptar operaciones y decisiones en tiempo real. Con las herramientas de optimización, trazabilidad y análisis predictivo, las empresas pueden diseñar los mejores escenarios financieros para su cadena de valor con el fin de satisfacer la demanda de los consumidores, permitiendo la planificación estratégica de inventarios y evitando tanto el exceso como la falta de productos.
“Además, esta tecnología permite la optimización de precios en tiempo real ajustando valores en función de variables como la legislación, las tendencias del mercado, la competencia y el comportamiento de los clientes, lo que puede maximizar los” márgenes de beneficio, afirma.
3- Plataformas de pago digitales
El comercio electrónico sigue estando impulsado por la adopción acelerada de billeteras digitales y métodos de pago innovadores como Comprar ahora, pagar después (BNPL). Estos sistemas facilitan la experiencia de compra de los consumidores, llegan a personas más exigentes con sus métodos de pago y generan importantes oportunidades para que las empresas sobresalgan en los mercados.
Las billeteras digitales, por ejemplo, ofrecen una experiencia rápida, segura y práctica, alineada con las demandas de los consumidores modernos, que priorizan la comodidad y la tecnología. Con él no es necesario proporcionar datos, tarjetas físicas o digitales, y la compra se puede realizar en segundos.
BNPL, que permite dividir los pagos en cuotas sin intereses, atiende a una audiencia que busca flexibilidad financiera, especialmente entre los jóvenes.
4- Ampliación de la experiencia omnicanal y personalizada
La convergencia entre canales físicos y digitales está cambiando la forma en que las empresas interactúan con sus consumidores. Permite a los consumidores moverse sin problemas entre tiendas físicas, comercio electrónico, aplicaciones móviles y redes sociales, manteniendo el mismo nivel de calidad y personalización en el servicio.
Esto significa que el cliente puede, por ejemplo, iniciar su viaje de compras online, comprobar la disponibilidad de los productos en una tienda física y finalizar la compra personalmente o viceversa.“Invertir en estrategias omnicanal, que integren diferentes puntos de contacto de forma coherente y experiencia personalizada y extremadamente rápida, es fundamental para aumentar los ingresos y fortalecer la fidelidad del cliente”, afirma Paulo.
5- Uso estratégico de datos en tiempo real
En el comercio minorista, los datos son el principal impulsor de las operaciones y las decisiones estratégicas. Debido a que las plataformas de Business Intelligence (BI) están avanzando, los gerentes tienen acceso a herramientas que ofrecen una visión integral y en tiempo real del desempeño financiero, operativo y comercial de sus empresas.
Una de las principales ventajas de utilizar BI integrado en el motor de cálculo del comercio minorista es la capacidad de analizar grandes volúmenes de datos y convertirlos en decisiones en tiempo real, aumentar o reducir precios en función del conocimiento empresarial es la nueva moda. Las plataformas integran información de múltiples fuentes, como sistemas de puntos de venta (POS), comercio electrónico, redes sociales y comentarios de los consumidores, creando una base sólida para la toma de decisiones.
6- Financiación abierta y personalización de servicios financieros
El avance de Open Finance continúa permitiendo a los consumidores compartir sus datos financieros de forma segura y controlada. Este cambio crea un nuevo escenario, en el que los comerciantes tienen acceso a información detallada sobre el perfil financiero de sus clientes, lo que, a su vez, abre puertas a una serie de oportunidades personalizadas.
“Con el consentimiento de los consumidores, las empresas pueden acceder a información sobre su comportamiento, como historial de compras, hábitos de pago y capacidad crediticia. Al obtener estos datos, los comerciantes pueden desarrollar productos y servicios que satisfagan directamente las demandas y preferencias de cada cliente, aumentando las conversiones”, concluye Paulo.