Con la llegada de noviembre, las empresas intensifican los preparativos para el Black Friday, un momento estratégico para optimizar las ventas y atraer nuevos clientes. Sin embargo, más que promociones, algunos diferenciales son fundamentales para ganar y retener al público en los próximos meses, aprovechando al máximo el potencial de esta acción.
Se espera que el Black Friday 2024 se mueva alrededor de R$ 9,3 mil millones en Brasil, un crecimiento de 9,1% en comparación con el año pasado, según Confi.Neotrust. Junto a su 14a edición en el país, la fecha se volvió estratégica para el comercio minorista, con los consumidores esperando el último viernes de noviembre para aprovechar grandes descuentos en productos que van desde electrodomésticos hasta regalos. Inspirado en la tradición estadounidense, el Black Friday llegó a Brasil en 2010 y se consolidó como uno de los mayores eventos de ventas del año, trasladando tiendas y comercio a todo el país.
De acuerdo a Rafael Franco, Director Ejecutivo de Código alfa, empresa encargada de desarrollar aplicaciones para marcas como Habibs, Madero y TV Band, una de las herramientas más efectivas para destacar durante la campaña es el uso de su propia aplicación, que permite a las marcas ofrecer una experiencia personalizada y altamente receptiva a consumidores. “Con funciones como notificaciones push en tiempo real, servicio personalizado, programas de fidelización y navegación optimizada, la aplicación en sí no sólo impulsa las ventas, sino que también fortalece la relación con los clientes, preparando el terreno para acciones futuras”, añade.
La principal ventaja de una aplicación propia es su capacidad para ofrecer interactividad inmediata, lo que puede marcar la diferencia durante una campaña como el Black Friday, en la que las decisiones de compra se toman rápidamente. Las notificaciones push permiten a las marcas advertir a sus clientes sobre promociones exclusivas y cambios. en inventarios en tiempo real, aumentando la probabilidad de conversión. Además, la personalización en el servicio crea un viaje de compras más fluido y alineado al perfil de cada usuario. La navegación está más optimizada en el entorno de la aplicación, mejorando la experiencia de compra, lo que conduce a una mayor tasa de retención.
“El objetivo de este tipo de estrategia es transformar la aplicación en un canal directo y exclusivo, yendo mucho más allá del propio Black Friday”, señala. Además de la adquisición y conversión inicial de audiencia, puede convertirse en la principal interfaz entre la marca y sus consumidores, ya sea para promociones o para un servicio continuo. “Con el uso de la aplicación, las marcas pueden incrementar sus ventas durante el Black Friday, pero también construir un canal de relaciones que fieles a los clientes para futuras” campañas, concluye.
Uno de los aspectos estratégicos de la aplicación en sí es el análisis instantáneo de datos, que proporciona información importante sobre el comportamiento del consumidor. Esto permite a las marcas ajustar sus campañas en tiempo real, haciéndolas más efectivas y atractivas durante todo el año. La característica de los programas de fidelización también es diferencial, ya que anima a los usuarios a seguir comprando, incluso después de que finalice el Black Friday.