Ser un influencer digital va mucho más allá de la simple promoción de marcas. Hoy en día, se ha convertido en una profesión que requiere un enfoque estratégico y ético para lograr éxito e impacto.
Según Alexandre Silva, coordinador del curso de influencers digitales de Cruzeiro do Sul Virtual, la adecuada formación de un influencer no sólo califica al profesional, sino que también asegura su eficacia en el impulso de productos y marcas, incluidas las propias.“Una formación sistematizada de un influencer debe estar permeada por cuestiones éticas que definan su postura y credibilidad. Promover las marcas será una consecuencia natural de la imagen confiable que el influencer construye en su nicho y en la sociedad”, afirma.
Para iniciar una carrera como influencer digital, el primer paso crucial es definir claramente el público objetivo y profundizar en el tema o producto que desea promocionar. “Conocer bien el tema o producto aumenta la confianza en sí mismo del influencer y fortalece su conexión con el público, brindando más seguridad a los” seguidores, señala Silva.
El impacto de los influencers digitales en la sociedad es significativo y multifacético. Tienen la capacidad de moldear comportamientos e influir en las decisiones de compra de miles, o incluso millones, de personas. Sin embargo, la influencia puede seguir un camino positivo o negativo. Por lo tanto, es crucial que Los influencers son conscientes de lo que están comunicando y del impacto que pueden tener sus mensajes.
El futuro de la profesión de influencer digital parece prometedor, pero también complejo debido a los rápidos cambios en la sociedad y el mercado. “Aunque el camino aún es largo y desafiante, el papel de los influencers seguirá siendo relevante, especialmente en una sociedad impulsada por el consumidor. Prestan su imagen a diversas marcas, ampliando aún más sus valores e influencia”, explica Silva.
La regulación de la profesión, aunque aún no está plenamente establecida, se considera un hito importante para dar mayor credibilidad a los influencers.“La regulación puede aportar más legitimidad a la profesión, pero de todos modos, los influencers siempre deben guiar sus acciones por la ética”, señala el experto.
La confianza es el activo más valioso para un influencer y la materia prima de esta profesión es la confianza de sus seguidores. “Es fundamental que los profesionales consideren las consecuencias de sus acciones y mensajes. Con una postura cautelosa podrán crecer y establecer alianzas importantes, consolidando su influencia en el mercado”, concluye Silva.