En los últimos años, el bienestar de los empleados se ha convertido en una prioridad estratégica para empresas de todo el mundo. En algunos mercados, este movimiento dio origen a un nuevo cargo ejecutivo: elDirector de Felicidad (CHO), responsable de promover un ambiente de trabajo más saludable, productivo y satisfactorio. ¿Pero tiene sentido esa tendencia para Brasil?
El concepto de CHO surgió en grandes corporaciones en el extranjero, especialmente en empresas de tecnología y startups, que se dieron cuenta de que la felicidad en el trabajo impacta directamente en la retención de talentos, el compromiso y, en consecuencia, en los resultados. El profesional trabaja en la implementación de políticas de calidad de vida, iniciativas de bienestar mental y emocional, cultura organizacional e incluso beneficios que aumentan la satisfacción de los empleados.
Según elABRH-SP, el creciente valor del bienestar corporativo en Brasil indica que esta tendencia podría ganar fuerza por aquí. Las empresas brasileñas están cada vez más atentas a la importancia del ambiente de trabajo en la productividad y en la atracción de talentos. Sin embargo, la creación de un cargo específico para esta función todavía es un tema de debate, afirma Eliane Aere, Presidenta de la ABRH-SP.
En Brasil, muchas empresas ya invierten en estrategias para el bienestar de los empleados, pero la función de Chief Happiness Officer aún no está ampliamente adoptada. En su mayoría, las iniciativas están vinculadas a áreas como recursos humanos, cultura organizacional y salud corporativa, con programas dirigidos al equilibrio entre la vida personal y profesional, jornadas laborales más flexibles, beneficios de salud mental y espacios de descompresión.
Para la presidenta, el desafío está en la adaptación de este concepto a la realidad brasileña. Cada empresa necesita evaluar su cultura y necesidades antes de crear un puesto como el CHO. En muchos casos, puede tener más sentido fortalecer el área de RRHH con profesionales enfocados en el bienestar de los empleados, añade Aere.
Independientemente de la nomenclatura, la tendencia a priorizar el bienestar corporativo es una realidad. Con la creciente competitividad en el mercado y la nueva generación de profesionales exigiendo un mayor equilibrio entre vida y trabajo, las empresas que inviertan en felicidad organizacional pueden tener una ventaja significativa.