Uno de los mayores íconos del rap brasileño, el cantautor Gabriel O Pensador, ha presentado una demanda en Río de Janeiro contra dos de las principales plataformas de comercio electrónico del país, Mercado Libre y Shopee, así como contra otras siete tiendas en línea. La disputa gira en torno al uso no autorizado de fragmentos de la canción. “Hasta cuándo” En productos como camisetas, cuadros y artículos decorativos. Lanzada en 1993, se convirtió en una de las canciones más icónicas del rap brasileño.
Cuando una canción se convierte en un éxito y cautiva al público, los emprendedores suelen verlo como una oportunidad para obtener ganancias. Sin embargo, este movimiento no siempre respeta los derechos de autor ni los derechos de imagen de los artistas. Aquí es precisamente donde surgen los riesgos legales y una señal de alerta para quienes venden la canción sin autorización.
De acuerdo a Luiz Fernando Plastino, abogado de Barcellos Tucunduva Advogados (BTLAW) y especialista en Propiedad IntelectualLa Ley de Derechos de Autor prohíbe el uso de obras intelectuales, salvo con autorización o en situaciones específicas, denominadas limitaciones de derechos de autor, donde el uso no constituya una infracción. «La reproducción de fragmentos de una canción en productos puede estar prohibida por ley si no se limita a pequeños fragmentos y siempre que no sea el atributo principal del producto ni cause un perjuicio injustificado al autor o propietario de la canción», explica.
En opinión de Kevin de Sousa, abogado civil y máster en Derecho de la Personalidad, socio de Sousa & Rosa AbogadosLa protección jurídica de los artistas brasileños es teóricamente sólida, pero prácticamente desafiante, combinando el artículo 20 del Código Civil – que protege la imagen y el honor – con los derechos morales del artículo 24 de la Ley 9.610/98, creando un doble escudo.
“Veo aquí tres pilares fundamentales: primero, el derecho a la integridad de la obra, que impide su desnaturalización; segundo, el derecho a la paternidad, que garantiza el reconocimiento de la autoría; tercero, la protección contra el uso comercial no autorizado que desvirtúe el contexto original”, argumenta.
Además, el uso indebido de obras artísticas, como la del rapero, va más allá del aspecto económico. «Es especialmente relevante en el caso de Gabriel O Pensador que, cuando una obra de protesta social se convierte en una camiseta sin contexto, afecta no solo la economía del artista, sino también su identidad creativa y su mensaje político», argumenta el abogado.
Responsabilidad de la plataforma
El Tribunal Supremo Federal (STF) dictaminó recientemente que las plataformas digitales, como los mercados, pueden ser consideradas responsables del contenido ilegal publicado por terceros, incluso sin orden judicial, según el caso. Esta sentencia modifica la interpretación anterior, según la cual estas empresas solo podían ser consideradas responsables si incumplían una orden judicial. Ahora, el STF entiende que esta norma no protege los derechos de las personas en línea, especialmente en situaciones más graves.
“Además, si la plataforma es notificada y no toma ninguna acción, o si se beneficia de estos productos, directa o indirectamente, puede ser considerada responsable de los daños causados al artista”, advierte. Victória Dias, abogada de Ambiel Bonilha Advogados y especialista en Derecho del Entretenimiento y Propiedad Intelectual.
El Tribunal Supremo Federal también dejó claro que las plataformas deben contar con normas de moderación, canales de denuncia eficaces e informes de transparencia. Si no cuentan con estos mecanismos, esto también les perjudica en cuanto a una posible rendición de cuentas, añade el abogado.