El sector de comercio minorista de alimentos está optimista para el Black Friday de este año, con proyecciones de crecimiento en las ventas. Según datos de Neotrust Confi, el comercio minorista en línea debe registrar un aumento del 9,1% en las ventas durante la semana principal de la promoción, que termina el 29 de noviembre. Los datos, que se consolidaron como uno de los más relevantes para el comercio, especialmente el electrónico, prometen impulsar las ventas en el segmento de alimentos, a medida que los consumidores aprovechan las ofertas para almacenar artículos esenciales y aprovechar promociones exclusivas.
Siguiendo esta tendencia, Daki proyecta un aumento de hasta el 30% en las ventas durante el período de noviembre. Con un refuerzo de promociones y campañas agresivas a lo largo del mes, la expectativa es alcanzar hasta un 50% o 60% de crecimiento en las ventas en determinadas categorías. El impacto promete ser bastante positivo y algunas subcategorías como bebidas alcohólicas, aceite de oliva, bebida láctea, destilados, licor y otras bebidas no alcohólicas se destacan como algunos de los principales impulsores del crecimiento del Black Friday en el sector de supermercados.
Para tener una idea, según un estudio realizado por NielsenIQ Ebit, líder en información e insights sobre el comercio electrónico en Brasil, el número de pedidos de productos de góndola creció más del 157% durante el mismo período del año pasado. Además, los datos muestran que la facturación de las ventas en línea de productos de rotación rápida, como Alimentos y Bebidas, fue lo más destacado del Black Friday de 2023 y crecieron un 91% en ventas en comparación con 2022.
Es pensando en eso que las empresas del sector ya se preparan para el aumento de la demanda, reforzando inventarios e invirtiendo en campañas promocionales dirigidas y aprovechando la oportunidad para atraer diferentes perfiles de consumidores.
Para Rafael Pinto, Director de Fulfillment de Daki, aplicación de mercado completamente digital al 100%, la fecha se ha transformado, expandiendo su alcance más allá de los electrónicos tradicionales y los grandes bienes de consumo. El Black Friday dejó de ser una fecha enfocada únicamente en electrónicos y grandes bienes de consumo. En el sector de alimentos, percibimos una demanda creciente por artículos básicos y de conveniencia, impulsada principalmente por el aumento de la digitalización y el uso de aplicaciones de entrega. Esto refleja un cambio en los hábitos de compra, en los que los consumidores buscan practicidad y economía en el abastecimiento de sus despensas, comenta.
Según el Informe de Transformación Digital de América Latina 2024, Brasil registró el mayor crecimiento mundial en comercio electrónico en el año, con un aumento del 16% en las ventas en línea. Este aumento acelerado se refleja directamente en la creciente demanda de alimentos y bebidas a través de aplicaciones, planteando desafíos logísticos significativos, especialmente en períodos de alta demanda, como el Black Friday. Para garantizar una experiencia de compra satisfactoria, es imprescindible asegurar la eficiencia de las entregas y el abastecimiento adecuado de los inventarios, evitando cuellos de botella operativos y satisfaciendo las expectativas de los consumidores.
“Para mantener una experiencia de compra satisfactoria, el Black Friday requiere una planificación precisa. Además de anticipar un aumento en el volumen de pedidos, es esencial garantizar que toda la cadena de suministro funcione sin interrupciones. El mayor desafío no es sólo absorber el crecimiento de las ventas, sino hacerlo sin comprometer la calidad del servicio. Nuestra expectativa es un aumento significativo en las ventas, que involucra desde el control de inventario hasta las entregas eficientes, que deben seguir el ritmo acelerado de las compras en línea durante este período”, concluye.