Con la reforma tributaria reglamentada este año y que comenzará a entrar en vigor en 2026, Brasil está a punto de entrar en una nueva era tributaria. Uno de los pilares de esta transformación es la sistemática del "pago fraccionado". Pero, ¿qué significa, en la práctica, dividir los pagos tributarios directamente en la fuente, como establece la legislación? ¿Y cómo se conecta esto con la tan discutida no acumulación de tributos?
Para el tributarista Lucas Ribeiro, CEO de ROIT, empresa de tecnología y consultoría que lidera el desarrollo de soluciones para la Reforma Tributaria, el momento exige que se desvele y se entienda el "split payment". "Al final, es un modelo que puede revolucionar las finanzas empresariales", considera.
Pago fraccionado: la revolución en la recaudación tributaria
El "pago dividido" es un mecanismo que promete aportar mayor seguridad y eficiencia al sistema tributario brasileño. Nele, el tributo debido se segregan en el momento del pago y se destinan directamente a la hacienda, reduciendo los riesgos de morosidad y evasión fiscal. El 'pago dividido' elimina la evasión fiscal, pero requiere una mayor disponibilidad de capital de trabajo por parte de las empresas, explica Ribeiro.
Este modelo ya se utiliza en algunos países de Europa, como Italia y Polonia, donde ayudó a combatir la evasión fiscal y a mejorar la recaudación, aunque funciona en parte de las operaciones. En Brasil, su adopción viene acompañada de desafíos tecnológicos y operativos, pero promete cambiar las reglas del juego para empresas y administraciones públicas.
No cumulatividad: el principio que sostiene el IVA brasileño
La no cumulatividad de los tributos, proporcionada por la reforma tributaria, es la garantía de que el impuesto solo incide sobre el valor agregado en cada etapa de la cadena productiva. Con la creación, mediante la reforma, del Impuesto al Valor Agregado (IVA) Dual (que integra dos tributos, la CBS, Contribución sobre Bienes y Servicios, y el IBS, Impuesto sobre Bienes y Servicios), las empresas podrán compensar los créditos generados en las compras contra los débitos de las ventas, evitando la incidencia en cascada y la actual cumulatividad.
El desafío está en la aplicación práctica de este principio, evalúa Ribeiro. La no cumulatividad parece sencilla, pero su operacionalización requiere lo básico: comprar todo con factura y registrarlo correctamente. Será esencial un gran cambio de cultura, procesos y sistemas.
El experto en impuestos enumera algunos puntos que las empresas deberán dominar para aprovechar mejor los logros de la reforma tributaria:
- Automatización de procesos fiscalesempresas que inviertan en tecnología para automatizar el flujo completo de escrituração fiscal y pagos saldrán adelante.
- Gestión estratégica de los créditossaber calcular y utilizar créditos de forma eficiente será esencial para maximizar los márgenes de beneficio.
- Adecuación contractualLos contratos con proveedores y clientes necesitan ser revisados para reflejar los cambios en las tasas y formas de pago.
- Capacitación de equiposla comprensión del nuevo modelo tributario será una ventaja competitiva. Los profesionales de contabilidad y finanzas necesitan actualizarse.
Con el "pago dividido" y la no cumulatividad, Brasil avanza hacia un modelo tributario más eficiente y alineado con las prácticas internacionales. Sin embargo, la implementación será desafiante y requerirá planificación, datos confiables y tecnología de punta. "Quien domine los números y entienda las entrelíneas de este nuevo sistema tendrá una ventaja competitiva innegable. Y esto comienza ahora, en 2025, con las empresas preparándose antes de que sea demasiado tarde", destaca Ribeiro.