El sector del bienestar, también conocido como wellness, se ha destacado como uno de los mercados de crecimiento más acelerado en el mundo. Según un estudio del Instituto Global de Bienestar (GWI), entre 2020 y 2022, el sector movió aproximadamente 5,6 billones de dólares estadounidenses. Con consumidores cada vez mais preocupados con la salud física, mental y calidad de vida, esta tendencia no solo impulsa nuevos negocios, sino que también influye en el comportamiento de las próximas generaciones.
La búsqueda de una vida equilibrada ha impulsado sectores como la alimentación saludable, los gimnasios, las tecnologías de monitoreo de la salud, las terapias alternativas y las prácticas de autocuidado. Este escenario refleja un cambio cultural, en el que el bienestar pasa a ser visto como una inversión y no solo como un lujo.
Las nuevas generaciones están creciendo en un entorno donde la preocupación por el bienestar es una prioridad desde temprana edad. Esto significa cambios en el consumo y en la forma en que ven a las empresas detrás de los productos. Ellas consumen aquello que está alineado con su pensamiento y estilo de vida", destaca Rodrigo Sangion, CEO de Les Cinq Gym.
Los impactos de este cambio son visibles en diversos sectores. La industria de la belleza, por ejemplo, ha sido fuertemente influenciada por el crecimiento de los cosméticos naturales y por el concepto de belleza limpia, con consumidores cada vez más exigentes en cuanto a la composición y los procesos de fabricación. En el segmento alimentario, la búsqueda de productos funcionales y orgánicos crece de forma acelerada, impulsando a las marcas a invertir en ingredientes más saludables, trazabilidad y transparencia. El universo de la moda también se está reinventando con el crecimiento del athleisure, una tendencia que combina comodidad y estilo para atender a un público que prioriza el bienestar en su día a día. "Ya no se trata de un mercado de nicho. El bienestar se ha convertido en un pilar central del consumo moderno, redefiniendo lo que significa vivir bien", concluye Sangion.
Con esta nueva mentalidad, las marcas que quieran destacarse deberán ir más allá de ofrecer productos innovadores; será fundamental adoptar valores alineados con esta cultura. Sostenibilidad, transparencia y personalización son algunos de los factores que ya influyen en las decisiones de compra y deben convertirse en aún más determinantes en los próximos años.
"Las próximas generaciones nacieron en un mundo donde el bienestar y la tecnología van de la mano. Para ellas, el cuidado de la salud, la mente y el planeta no es una tendencia pasajera, sino una necesidad", dice el empresario.
El bienestar no solo mueve la economía global, sino que redefine la relación entre marcas y consumidores. “El futuro del consumo está cada vez más orientado al bienestar, y las empresas que sepan interpretar esta tendencia estarán a la vanguardia en esta nueva era”, concluye Rodrigo Sangion.