Si hay una palabra que circula libremente en el entorno corporativo, pero rara vez se comprende en profundidad, esredesRepetida hasta la saciedad en eventos, conferencias y manuales de carrera, la expresión a menudo adquiere tonos genéricos, casi vacíos.
En la práctica, saber cultivar una buena red de conexiones puede ser la diferencia entre crecer o estancarse en el mercado. “Networking no se trata de tener contactos. Se trata de tener conexiones que tengan sentido, que sumen reputaciones, que se acuerden de ti cuando surge una buena oportunidad”, afirma Paulo Motta, empresario y fundador de The Networkers, que conecta liderazgos de diferentes sectores y mueve más de R$ 500 millones por año en negocios.
Según la consultora The Adler Group, aproximadamente el 85% de las ofertas de empleo actuales se cubren a través del networking y no mediante anuncios públicos. Un estudio de la Harvard Business Review refuerza el impacto de estas conexiones: los profesionales con redes de contacto activas tienen un 42% más de posibilidades de conseguir un ascenso. Además de acelerar el crecimiento en la carrera, el networking también amplía el acceso a oportunidades, información estratégica y contribuye al desarrollo de habilidades interpersonales, según datos del Global Mentoring Group.
El empresario observa que el desafío está precisamente en el exceso de información superficial sobre el tema: "Las personas confunden networking con socializaciónCreen que solo es cambiar tarjetas o tener muchos seguidores. Y no es. Se trata de un proceso de construcción que exige entrega, escucha y claridad sobre lo que representas.
Paulo, socio de Marcos Koenigkan en los eventos del Mercado & Opinión en São Paulo, que reúnen a líderes de alto nivel corporativo responsables del 35% del PIB nacional, también está a cargo de negocios como IMvester, la Agencia Blays y Roga Village. Con una trayectoria marcada por una actuación directa en redes de influencia y generación de negocios, acumula experiencia práctica en el tema. Lo que he aprendido en estos años es que la buena gente atrae a la buena gente. Pero, para eso, es necesario tener consistencia e intención. No atraes buenas conexiones si tu presencia en el mercado es superficial, afirma.
En su opinión, el networking efectivo ocurre en tres capas:
Visibilidad con propósitoNo basta con aparecer. Es necesario ser recordado por lo que entregas. En un mercado saturado de información y promesas vacías, destacarse no significa ser el más visto, sino el más relevante. La visibilidad con propósito implica consistencia, coherencia y una identidad profesional bien definida. Es estar en los lugares correctos, con el contenido correcto y por las razones correctas.
Reputación compartidaQuien te presenta dice mucho sobre ti. Y viceversa. En este nivel, el networking deja de ser individual y pasa a ser colectivo. La fuerza de la red está en la confianza que se construye y se presta. Cuando se establece una conexión, las reputaciones se entrelazan. Por eso, la importancia de estar rodeado de personas que comparten valores similares y actúan con credibilidad, lo que potencia no solo el alcance, sino también el peso de las oportunidades que llegan.
Reciprocidad activa:Networking no es sobre pedir. Se trata de ofrecer antes de esperar retorno. Aquí, el enfoque está en la generosidad estratégica. En lugar de activar la red solo cuando se necesita algo, el verdadero valor está en ser útil, abrir puertas, compartir contactos y contribuir con inteligencia. Esta postura crea un ambiente de confianza y reconocimiento mutuo, donde los lazos se fortalecen con base en el intercambio genuino y no en la exigencia silenciosa.
Al contrario de lo que muchos piensan, el networking no requiere grandes escenarios. Puedes comenzar con pequeños gestos, siempre que haya una intención real. A veces, un mensaje bien colocado, un puente hecho con generosidad o una retroalimentación sincera abren puertas que ninguna presentación de ventas podría lograr, afirma.
Con un lenguaje directo y un enfoque en relaciones que generan valor real, Paulo sostiene que una buena red de contactos va más allá de acelerar negocios: reposiciona a las personas y marcas en el mapa de decisiones relevantes. En un mercado cada vez más competitivo, esto puede ser la diferencia entre estar al margen o ocupar el centro de las conversaciones que generan oportunidades. La alerta, según él, no deja lugar a dudas. El networking no es opcional hoy en día, la visibilidad es poder. Si no construyes puentes, estás aceptando ser invisible para las mejores oportunidades del mercado, concluye.