Con el regreso a las clases después de las vacaciones de invierno, un concepto está ganando atención especial entre los estudiantes: el ⁇ flow ⁇. Ese estado mental de inmersión total en una actividad, donde la persona se siente completamente absorbida y altamente productiva, puede revolucionar la experiencia educativa, aumentando la productividad y mejorando significativamente el bienestar de los alumnos
Para alcanzar el flow, es esencial establecer una base sólida para el cuerpo y la mente. Hidratación adecuada, sueño de calidad y técnicas correctas de respiración son fundamentales. Según Antonio de Nes, experto en rendimiento, una vez que esas necesidades básicas se encuentren atendidas, la organización de la rutina se vuelve crucial. Planificar y priorizar actividades crea un ambiente propicio para el flow, facilitando una concentración profunda y una feedback inmediata sobre el progreso
⁇ La gamificación, por ejemplo, es una estrategia que se alinea con los principios del flow, al transformar el aprendizaje en una experiencia más dinámica e involucradora. Incorporando metas claras, reglas definidas y feedback constante, la gamificación estimula a los estudiantes a profundizarse en el contenido de manera placentera y productiva ⁇, explica Antonio de Nes, experto en performance de Optness
Investigaciones conducidas en Brasil mostraron que profesionales que pasaron por entrenamientos basados en la metodología de flow aumentaron su productividad y bienestar en hasta 44%, acumulando un ganancia promedio de 1.000 horas de trabajo por año. Aunque estos hallazgos se refieren al entorno de trabajo, los principios pueden ser igualmente aplicados al contexto educativo
Para que la gamificación sea efectiva, es crucial ajustar los desafíos de acuerdo con el nivel de habilidad de los alumnos. Esto evita la frustración con tareas excesivamente difíciles y el aburrimiento con actividades muy simples. Personalizando los desafíos y creando una progresión adecuada, es posible mantener a los estudiantes comprometidos y en estado de flow, promoviendo un aprendizaje más significativo y satisfactorio
Por lo tanto, al aplicar técnicas que promueven el flow, tanto en la planificación de los estudios como en la aplicación de metodologías pedagógicas como la gamificación, es posible transformar el proceso educativo. Esto no sólo mejora la eficiencia académica, pero también hace la experiencia de aprender más gratificante e involucrante para los estudiantes