Los profesionales de tecnología serán los que estén más en auge, tanto en demanda como en salarios en 2025. Un estudio de la empresa de reclutamiento PageGroup reveló que entre los empleos destacados del área está el de seguridad de datos. A pesar de la creciente demanda por estos profesionales y de la gran empleabilidad en el sector, solo el 25% de los puestos de trabajo en ciberseguridad son ocupados por mujeres.
Para revertir la ocupación mayoritaria de hombres en carreras de tecnología, se lanzó el Proyecto Metis, coordinado por la científica de la computación Michele Nogueira, Ph.D. en Ciencias de la Computación por la Universidad de la Sorbona, profesora de la UFMG, que trabaja en investigaciones sobre el uso de la Inteligencia Artificial en Ciberseguridad. El objetivo del proyecto, que cuenta con el apoyo del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), es incentivar a las mujeres a ingresar en el campo de la seguridad cibernética. “Metis es la diosa griega de la protección. Las mujeres tienen una preocupación intrínseca por la protección; por eso, aportan perspectivas diferentes y necesarias para la construcción de soluciones de ciberseguridad”, explica la científica de la computación.
El Proyecto METIS
Los principales objetivos del Proyecto METIS son sensibilizar a las niñas sobre la posibilidad de trabajar en ciberseguridad desde la educación primaria hasta la educación superior, desarrollar las habilidades de estas niñas, crear una red de mentoría y alianzas estratégicas para ellas, promover la inclusión social a través de una profesión altamente demandada y con remuneración diferenciada, además de incidir en la creación de políticas públicas que promuevan incentivos para que las niñas trabajen en el área.
“El proyecto pretende cambiar y promover la inclusión y el protagonismo femenino en la ciberseguridad. Para ello, trabaja desde la base educativa hasta la inserción de las mujeres en el mercado laboral, ofreciendo apoyo a niñas y mujeres de diferentes grupos de edad a través de iniciativas que van desde talleres y charlas para despertar el interés por la ciberseguridad en las escuelas, hasta programas de mentoría y formación técnica. Además, promueve eventos y encuentros para fomentar la creación de redes de apoyo y compartir conocimientos. Nuestro objetivo es cambiar la realidad que nosotros, los científicos en STEM (acrónimo de las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), enfrentamos hoy, cuando estamos en reuniones con colegas, y siempre somos una minoría, a veces una mujer, a veces dos entre tantos hombres”, dice Michele.
Romper la burbuja de la presencia predominantemente masculina en el sector
Ella aprendió a lidiar con esa situación y, con el tiempo, fue adquiriendo más seguridad para posicionarse en situaciones en las que el hecho de ser mujer generaba incomodidad. "Entiendo que sea incómodo para muchas chicas y muchas mujeres, incluso por la forma de actuación de algunos hombres. Muchas veces ni ellos mismos perciben lo que están haciendo. Algunos interrumpen lo que estamos diciendo y no nos dejan terminar la frase. Otras veces, decimos algo importante, los demás no valoran, y más adelante un hombre dice lo mismo, con las mismas palabras y todos valoran. Es cultural y tenemos que trabajar en ello de manera amplia. Siempre he tenido una personalidad fuerte, pero en algunas situaciones me resguardaba, me disminuía donde debería, en realidad, hablar. He ido aprendiendo a hacer esto a lo largo de la convivencia con ellos, posicionándome. Pero, esta cultura no es solo de los hombres, muchas mujeres también se someten a ella", reflexiona Michele.
La informáticа recuerda que ya en la época de la licenciatura era minoría en el aula. Pero, ella siempre se destacó por su rendimiento y cree que por eso se sentía integrada en el grupo. Aunque la mayoría sean masculinos, siempre tuve una relación muy buena con los chicos de mi clase y me integré mucho con ellos. Pero también puede ser porque, como siempre destacaba mucho en las disciplinas, ellos terminaban aceptándome. Quizás me aceptaban por ese aspecto y no exactamente por ser mujer o no, analiza ella.
El proyecto METIS no solo busca aumentar el número de mujeres en el área, sino también crear un cambio estructural en el sector, contribuyendo a la formación de un entorno más inclusivo y diverso. "Así, el proyecto no solo fortalece la ciberseguridad, sino que también promueve un impacto positivo en la sociedad, mostrando que la inclusión es un camino esencial para la innovación y el progreso", concluyó la profesora.