Empresas conectadas a las actuales tendencias del mercado están potencialmente por delante de sus competidores. No es de hoy que adoptar soluciones tecnológicas se ha convertido en una necesidad esencial para la supervivencia y el éxito a largo plazo en el actual escenario empresarial, y el gran desafío es saber cómo y en qué sectores aplicar estas soluciones. Pero la diferencia sería cómo esto mejora la vida de los colaboradores o clientes, es decir,gente haciendo para gente
En Brasil, según una investigación encargada por IBM en 2022, El 41% de las empresas implementaron activamente la inteligencia artificial (IA) en el día a día corporativo, siendo que el 73% de los profesionales de tecnología de la información (TI) aceleraron las inversiones en los últimos dos años. Para gran parte de los participantes, la IA ayuda a resolver las brechas de habilidades y la escasez de mano de obra, dado que la seguridad de la información es un gran desafío en la gestión de datos
Sin embargo, para Eduardo Freire, CEO y estratega de innovación corporativa deDiseño de innovación FWK, es necesario tener cuidado al abordar este asunto. "Estamos en un escenario en el que la mayor voluntad competitiva para usar soluciones tecnológicas es la necesidad de datos". Cuando las empresas nacen ya con una implementación tecnológica, tienen cierta ventaja competitiva sobre las que no hacen uso de tecnologías, explica
La tecnología puede optimizar procesos internos y facilitar la gestión de una empresa, mejorando así nuestro servicio educativo. Esto es fundamental. Sin embargo, este enfoque es típico de la administración tradicional. Cuando una empresa crece y no utiliza tecnología, es necesario incorporarla para mejorar las operaciones, complementa
No basta tener la tecnología, es necesario saber para qué y cómo aplicarla
Para el CEO, a pesar de ser un beneficio para las empresas, se debe estudiar cuidadosamente cómo y en qué sector aplicar las nuevas tecnologías. “Tenemos que prestar atención a no vender tecnología por la tecnología”, anunciar
Abajo, él aborda cinco consejos esenciales para que las empresas no cometan errores al intentar innovar y acaben olvidando lo más importante: la gestión empresarial
1. No apliques la tecnología por aplicarla
“El principal diferencial de la tecnología es la posibilidad de crear un ambiente propicio para la innovación. Este proceso implica entender el contexto, invertir en conocimiento y garantizar que la tecnología se utilizará de forma estratégica, y no por ser 'de moda'. Inclusivo, es imprescindible que el equipo esté motivado y comprometido a utilizar la herramienta en la gestión empresarial, análisis
2. Asegúrate de que la tecnología esté alineada con los objetivos de la empresa
"Al decidir que las empresas adoptarán determinada tecnología", los gestores deben incluir a los colaboradores en el proceso desde el principio, incluso para promover una cultura organizacional que valore la innovación y el aprendizaje continuo. Un buen ejemplo aquí es ofrecer capacitaciones para explicar cómo funciona la tecnología, cómo ella ayudará en el día a día y cómo debe ser usada, apunta
3. Planifica la estrategia de gestión para el futuro
“No sirve de nada solo implementar las tecnologías; se debe tener en cuenta que las tendencias del mercado están siempre en constante cambio y evolución. De este modo, las empresas siempre deben mostrarse proactivas y disponibles para probar no solo nuevas tecnologías, pero también modelos de negocio que puedan impulsar la innovación y la competitividad, entiende al CEO
4. Sepa en qué sector aplicar la tecnología
Es necesario analizar y entender que no todos los sectores de una empresa necesitan tecnología. Aquellos que más se benefician de las innovaciones traídas por esta herramienta están relacionados con el núcleo del negocio, como operaciones, atención al cliente y desarrollo de productos y servicios, ejemplifica
5. Sal de lo obvio
"Cuando pensamos 'fuera de la caja'", somos capaces de identificar oportunidades de innovación. Con la tecnología, podemos transformar diversos sectores, pero siempre debemos mantener el enfoque en el valor que puede aportar a los clientes y a la empresa, concluye Eduardo Freire