El Black Friday, una de las fechas más importantes del comercio minorista mundial, se ha consolidado en Brasil como una excelente oportunidad para aumentar ventas y fidelizar clientes. Sin embargo, el éxito durante el evento no sucede por casualidad. Es lo que cuenta Lucien Newton, especialista en franquicias y vicepresidente de la vertical de Consultoría del 300 Ecosistema de Alto Impacto. Para él, las redes que desean aprovechar al máximo esta oportunidad necesitan preparación estratégica y planificación cuidadosa. "La participación de las redes de franquicias en las campañas de Black Friday es vital para aprovechar el pico de ventas que esta fecha trae. Además de aumentar el volumen de ventas en un corto período, es una oportunidad para que las franquicias fortalezcan el reconocimiento de la marca, atraigan nuevos clientes y fidelicen a los ya existentes", comenta.
El especialista cuenta que el primer paso para un Black Friday exitoso es comenzar a prepararse con anticipación y eso no solo implica definir metas de ventas, sino también una estrategia. La planificación de inventario debe hacerse con base en datos de ventas anteriores, proyecciones de demanda y tendencias del mercado. "Las franquicias necesitan garantizar una comunicación eficaz entre franquiciador y franquiciado para alinear expectativas y asegurar que los productos en promoción estén disponibles en cantidad suficiente. Las negociaciones anticipadas con proveedores son fundamentales para garantizar que la reposición de inventario sea eficiente y ágil. Además, mantener inventarios estratégicos para productos de alta demanda y tener un sistema de logística bien estructurado son medidas esenciales para evitar la falta de productos, asegurando la satisfacción de los clientes", explica.
El profesional enumeró tres cuidados que las franquicias deben tener para mantener la consistencia de la marca y evitar conflictos entre franquiciados durante el período promocional. Son ellos
Uniformidad– Es crucial que las franquicias mantengan la similitud en promociones, precios y comunicación visual. El franquiciante debe proporcionar directrices claras sobre los descuentos que se ofrecerán, los productos en promoción y la forma en que se divulgarán estas campañas. Esto evita que franquiciados individuales hagan ajustes que puedan causar distorsiones en la marca o generar conflictos con otros franquiciados.
Comunicación– Mantenerla de forma efectiva y estandarizada entre los franquiciados es fundamental para asegurar la cohesión de marca y evitar fricciones que puedan perjudicar las relaciones internas y la imagen de la franquicia.
CapacitaciónLas franquicias deben implementar capacitaciones específicas antes del Black Friday, preparando a los franquiciados y colaboradores para manejar el aumento en el flujo de clientes y situaciones de alta demanda. Estas capacitaciones pueden incluir simulaciones de ventas bajo presión, técnicas de atención al cliente para períodos de gran afluencia, además de orientaciones sobre cómo gestionar inventarios y resolver rápidamente problemas logísticos. También es importante que los colaboradores estén preparados para mantener la calidad del servicio, incluso en situaciones de estrés, garantizando que los consumidores tengan una experiencia satisfactoria, independientemente del volumen de ventas, comenta.
El Black Friday ofrece una gran oportunidad para que las cadenas aumenten sus ventas, pero también presenta desafíos. La combinación de descuentos reales, experiencia de compra fluida y una atención postventa eficiente puede transformar la campaña en una plataforma de crecimiento sostenible. Con un enfoque centrado en el cliente y una planificación sólida, las redes logran no solo maximizar las ventas en el evento, sino también construir relaciones duraderas con sus consumidores, asegurando ganancias continuas a lo largo del año», finaliza.