Ondas de calor que se vuelven cada vez más frecuentes, emisiones de alertas por los servicios meteorológicos, eventos climáticos extremos con graves consecuencias, conflicto entre Ucrania y Rusia y ofensivas en Oriente Medio, transformaciones en el escenario geopolítico. Estos y tantos otros episodios que han sido noticia son una realidad en la vida cotidiana de la población mundial, con repercusiones también en los negocios, en las estrategias de las empresas y en la dinámica del trabajo. Como tendencia, hay una recomendación ostensible para que las prácticas ESG se apliquen para consolidar en los próximos años, en un contexto global, acciones de sostenibilidad ambiental, social y de gobernanza.
Las prácticas ESG establecidas en empresas globales han servido como referencia para organizaciones brasileñas que están en fase de implementación del concepto. Hoy, el 80% de las corporaciones globales entienden que la sostenibilidad es una prioridad estratégica, y el 75% busca profesionales con habilidades ESG para ocupar cargos de liderazgo, observa Aline Oliveira, directora de IntelliGente Consult, empresa de consultoría y mentoría especializada en estrategias, programas y proyectos empresariales. Como tema transversal en las corporaciones, a medida que genera conectividad entre los equipos profesionales y la interrelación en las metas, ESG ha ampliado negocios y oportunidades, desde carteras, productos sostenibles, nuevos mercados de actuación y cada vez más interesado en las empresas nacionales.
Desde la perspectiva de Fernanda Toledo, CEO de IntelliGente Consult, la ABNT PR 2030 es un primer paso importante para las organizaciones brasileñas que desean alinearse con el propósito ESG. "Y hay una nueva ISO, la IWA 48:2024, que trata específicamente sobre ESG", destaca. Entre otros puntos, la ISO considera índices que garanticen la participación femenina en la alta dirección y empleados representativos de diversos grupos sociales.
Según las ejecutivas, la principal transformación inmediata para las organizaciones nacionales, y que requiere medidas aún en 2025, es la adaptación de los indicadores ESG de la empresa a indicadores financieros y, de esta forma, conectar las metas ESG con los indicadores a las normas IFRS S1 y IFRS S2, que definen "requisitos generales para la divulgación de información financiera relacionada con la sostenibilidad". Las reglas fueron desarrolladas por la Junta de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB) y forman parte del marco de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF).
“El estándar S1 fue creado para proporcionar unaestructuraglobalmente consistente y comparable para la divulgación de información financiera relacionada con la sostenibilidad", explica Aline Oliveira. La norma S2 asocia referencias financieras y cambios climáticos. A partir de 2026, las empresas de capital abierto deberán, obligatoriamente, incorporar las normas IFRS.
En la Cadena de Suministro, el alcance 3 (proveedores), según Fernanda Toledo, será fundamental para la demostración de resultados del IFRS S2. Hay un proceso importante que se refiere a la huella de carbono. Por lo tanto, se recomienda que las empresas también incluyan la evaluación del alcance 3 en este proceso, que será cada vez más exigido. Las empresas que ya prestan atención a esto son organizaciones de capital abierto, que cotizan en la bolsa, y están sujetas a las exigencias del mercado financiero.
En materia de Recursos Humanos, los ejecutivos están observando cambios en el modelo de trabajo, que está experimentando transformaciones y se perfila como una tendencia importante para ESG en 2025.
Según ellas, es fundamental destacar la presencia de la Generación Z en las organizaciones. Esta generación nacida entre 1997 y 2010 tiene una visión diferente sobre el modelo de negocio, vinculan el trabajo con el propósito, entienden que la empresa debe prestar más atención a la salud física y mental de los empleados y priorizan la calidad de vida. Como puntos relevantes, valoran la flexibilidad de horarios, del modelo de trabajo y el uso de la inteligencia artificial», destaca Aline Oliveira.
Además de 2025, en la visión de Fernanda Toledo, las empresas deben estar preparadas ante el "envejecimiento" de la Generación Z y ante el hecho de que el grupo, de manera predominante, elija no tener hijos. En algún momento, esa 'pirámide' se invertirá. Por eso, es esencial que las organizaciones comiencen a trabajar con modelos diferentes de ahora en adelante, que también incluyan a empleados más mayores. Necesitamos profesionales mayores para aportar tranquilidad, planificación y conocimiento del negocio.
¿En qué afecta el propósito ESG a las pequeñas y medianas empresas brasileñas (PYMEs)? Las organizaciones más grandes y estructuradas tienen una curva de dos a tres años para que las estrategias ESG comiencen a revertirse en beneficios y ganancias. En general, las pymes no tienen flujo de caja para invertir en algo que dará retorno a medio plazo, observa Aline Oliveira.
Pero para las especialistas, las pymes ya dan los primeros pasos, ante la relevancia ESG, integrando, gradualmente, las iniciativas del propósito como estrategia competitiva para diferenciarse. Por otro lado, las organizaciones que necesitan adaptar su cadena también están buscando empresas más pequeñas que quieren adaptarse.
Además de establecer alianzas, buscar acceso a incentivos gubernamentales y privados, de manera más sencilla las pymes comienzan a elaborar informes transparentes sobre sus prácticas, demostrando en sus acciones conceptos ESG que tienen impacto interno y externo en las comunidades en las que operan. "Hay, por ejemplo, quienes ya gestionan residuos y eficiencia energética, con reutilización de materiales y utilización de economía verde", dice Fernanda Toledo. "Pero lo ideal es que intensifiquen sus iniciativas para que puedan estructurarse de aquí en adelante", refuerza.
Aunque las prácticas ESG no son obligatorias en términos de regulación, las ejecutivas argumentan que en el contexto global existe la tendencia de que las empresas se adapten a las acciones de sostenibilidad ambiental, social y de gobernanza. En realidad, estamos internacionalizando algunas normas ESG. Recientemente tuvimos la reunión del G20, destacando la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, con países asumiendo compromisos frente a metas de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). En este escenario, las empresas deben, necesariamente, estar adecuadas y adaptadas», afirma Aline Oliveira.
Para 2030, los estudios indican que alrededor del 75% de las empresas globales deberían implementar formalmente prácticas ESG impulsadas por regulaciones, demandas del mercado y de los consumidores y la presión departes interesadasEntonces, estamos ante un camino sin retorno, reflexiona Fernanda Toledo. Es urgente que las empresas se adapten de manera organizada, dando un paso a la vez y contando con un especialista para guiarlas en todas las etapas del proceso, concluye la ejecutiva de IntelliGente Consult.