La operación logística de las empresas nunca ha estado tan presionada poragilidad, economía y adaptabilidad. En medio del auge del comercio electrónico y las constantes variaciones en la demanda, el modelo tradicional de almacenamiento da lugar a unanueva estrategia: la logística bajo demanda. Ala ocupación flexible de centros logísticos se ha consolidado como una alternativa eficientepara negocios de todos los tamaños.
Con la consolidación del comercio digital, el crecimiento de marcas D2C (directo al consumidor) y las variaciones cada vez más impredecibles en el consumo,las empresas comenzaron a buscar modelos más ágiles y económicos. Es en este contexto que la llamada logística bajo demanda, basada en la ocupación flexible de espacio y servicios, está ganando terreno.
Hoy, muchas empresas no quieren o no pueden mantener una estructura rígida. La posibilidad de ocupar más o menos área según la estacionalidades fundamental para equilibrar costos y rendimiento operativo”, explica Allan Luz, socio-propietario del centro logístico Alphacentro, ubicado en São Paulo.
Según él, la flexibilidad dejó de ser una comodidad y pasó a ser una estrategia de competitividad.Empresas del Sur, del Nordeste e incluso del interior de São Paulo pueden operar en la capital y la región metropolitana sin necesidad de abrir una filial física convencional. Pueden usar la estructura solo por el tiempo necesario, con facturación remota o incluso con CNPJ local, dependiendo de la estrategia comercial., afirma Luz.
Además de la cuestión financiera, la logística bajo demanda también responde a una nueva lógica de negocios:menos estructura propia, más compartición y adaptación rápida al mercado.La tendencia sigue movimientos ya consolidados en otras áreas, como los espacios de coworking o los modelos de servicios por suscripción.
La flexibilidad también favorece a los pequeños y medianos negociosque históricamente enfrentan dificultades para competir con grandes minoristas en agilidad de entrega. Los especialistas señalan que el modelo debe expandirse en los próximos años, impulsado por la digitalización de la cadena logística y los cambios en el comportamiento del consumidor.