Los riesgos de fraude no terminan tras las principales festividades comerciales, como el Día del Padre o el Black Friday, períodos propicios para ciberataques y estafas digitales. Por el contrario, una tendencia creciente es el aumento de la actividad fraudulenta en los meses posteriores a estos eventos comerciales. Según Nethone , una solución de detección de fraude digital, los intentos de fraude sospechosos se mantuvieron por encima de los 400 millones en enero y febrero, lo que indica que los estafadores siguen atacando a los usuarios incluso cuando el volumen de devoluciones, reembolsos y quejas alcanza su punto máximo, lo que dificulta aún más la detección.
De abril a julio, los intentos de fraude superaron los 500 millones, lo que demuestra que el riesgo ya no se limita únicamente a las temporadas de compras tradicionales, sino a ataques oportunistas durante los ciclos promocionales. Estos "picos invisibles" suponen un reto para los minoristas, ya que revelan que las plataformas y sistemas antifraude deben actuar con la misma intensidad incluso después de los eventos y durante todo el año.
Además, con la creciente adopción de eventos globales como el 8.8, 9.9, 10.10, Prime Day y otras ventas flash internacionales, el calendario de comercio electrónico brasileño se ha vuelto cada vez más fragmentado y distribuido, creando múltiples picos de ventas que atraen más ataques.
Entre los delitos más comunes se encuentran el fraude por devolución de cargos, en el que se utilizan datos robados de tarjetas de crédito para realizar compras en línea; la creación de cuentas falsas para aprovechar indebidamente cupones y promociones; y las estafas de ingeniería social, en las que los delincuentes se hacen pasar por representantes de empresas para robar datos confidenciales o incluso dinero. El uso de bots también está en aumento, realizando ataques automatizados en los procesos de inicio de sesión, registro y pago. Con el apoyo de herramientas de IA y el robo de datos, estos métodos se están volviendo más sofisticados, lo que dificulta aún más la identificación de los delincuentes, especialmente durante períodos de alta demanda operativa.
Los estafadores se adaptan y crean su propio calendario, intensificando sus acciones con cada nueva oportunidad de alto tráfico, ya sea global o local. Esto demuestra que las empresas necesitan adoptar una estrategia de prevención continua, alineada con cada iniciativa de marketing y ventas, y no solo reforzar las defensas durante eventos clásicos del año, como el Black Friday o Navidad», explica Thiago Bertacchini, director de Ventas y especialista en detección de fraudes de Nethone.
Para mitigar los riesgos, las empresas deben combinar tecnologías avanzadas de detección de fraude con políticas internas bien estructuradas. Las soluciones de aprendizaje automático y análisis de comportamiento permiten identificar patrones sospechosos en tiempo real, reduciendo los falsos positivos y los intentos de bloqueo. Es fundamental fortalecer los procesos de autenticación, revisar los flujos de pago e implementar controles adicionales para transacciones de alto valor o cuentas nuevas. Además, la capacitación continua del equipo y la actualización periódica de los protocolos de seguridad garantizan una mayor resiliencia frente a los ataques. Otra medida importante es la comunicación clara con los clientes sobre las mejores prácticas, como evitar compartir información confidencial y verificar la legitimidad de los contactos, para complementar las iniciativas de prevención de la empresa.
En este escenario, las soluciones que ofrecen modelos de IA precisos sin necesidad de revisión manual, analizando las señales de los usuarios y dispositivos en cada transacción, se vuelven indispensables. La tecnología debe adaptarse a las particularidades de cada operación, entrenada con datos históricos etiquetados y retroalimentación continua, para evitar pérdidas a lo largo del año y durante cada pico de ventas.
