Inspirado por la intersección del marketing digital y el lenguaje cinematográfico, el emprendedor Thiago Finch lanzó a principios de mayo una herramienta de inteligencia artificial con proyecciones celestes que simulaban la icónica Batiseñal. La iniciativa, que comenzó el 27 de abril en Los Ángeles, recorrió las capitales del mundo hasta llegar a São Paulo, donde concluyó el 5 de mayo con una exhibición física en el cielo de la ciudad a partir de las 19:00 h.
La campaña combinó realidad aumentada, luces de alta potencia y contenido geolocalizado para promocionar la IA desarrollada por Finch. La plataforma, inicialmente dirigida a creadores de productos digitales, permite la automatización, desde el desarrollo de productos digitales hasta la redacción de textos persuasivos y la planificación completa del embudo de ventas.
"La idea era crear algo que detuviera a la gente. Que los hiciera mirar hacia arriba y pensaran: '¿Qué es eso?'. Luego, esa curiosidad se traduciría en interacción digital. La narrativa empieza en el cielo y termina en el teléfono", explicó el emprendedor.
La herramienta se basa en modelos como ChatGPT, Claude y Grok, pero se distingue por seleccionar sugerencias ya optimizadas para estrategias empresariales. El sistema genera resultados que, según Finch, anteriormente solo habrían sido posibles con equipos completos de redactores, diseñadores y estrategas. Se espera que los ingresos superen los R$10 millones tras su lanzamiento.
Además de automatizar completamente el proceso de ventas, el sistema ofrece soporte multilingüe, incluyendo inglés, español y mandarín, diseñado con un enfoque internacional. "El proyecto se diseñó desde el principio para operar también fuera de Brasil. Se puede cambiar de idioma con un solo clic", afirmó Finch.
El viaje visual comenzó en Los Ángeles, donde Finch gestiona parte de la operación Bilhon, su holding de tecnología digital y educación. La Batiseñal cruzó luego los cielos de París y Londres, capitales asociadas con la innovación y la sofisticación, y pasó por Roma, con su simbólica fusión de tradición y vanguardia. La exposición llegó después a Hong Kong, un centro estratégico asiático, antes de replicarse en ciudades brasileñas con una fuerte presencia digital: Salvador, Río de Janeiro, Belo Horizonte y Curitiba. El evento culminó en São Paulo, con la única aparición física de las proyecciones, realizada con tecnología de vanguardia y monitoreo en tiempo real en las redes sociales de Finch .
A lo largo de la campaña, los usuarios pudieron visualizar las activaciones mediante filtros de realidad aumentada en sus smartphones, integrando la experiencia offline con el contenido digital. La campaña también estuvo acompañada de activaciones específicas en redes sociales y contenido multimedia.
Para Finch, el impacto de la IA en el mercado del marketing es inevitable. «Puede, sin duda, reemplazar equipos enteros, pero también potenciar a los ya existentes. Lo que antes requería cinco profesionales ahora lo puede hacer una sola persona con mayor control y calidad», afirmó. Según él, la diferencia radica en su escalabilidad. «Cuanta más gente la use, más inteligente se vuelve. La verdadera métrica es la recurrencia, que aporta previsibilidad a los ingresos».
El emprendedor también enfatiza que, si bien la tecnología acorta los caminos, las soluciones sofisticadas requieren discernimiento y maestría. "Hoy, con una laptop y la herramienta adecuada, es posible hacer en un día lo que me llevó meses hace diez años. Las barreras han disminuido, pero las exigencias han aumentado. El futuro pertenece a quienes saben aprovechar lo que ya está disponible".
