Las pequeñas empresas brasileñas se preparan para cambios significativos con la Reforma Tributaria. Según la Encuesta de Pequeñas Empresas de Omie, una encuesta reciente de Omie, plataforma de gestión en la nube (ERP), realizada a 285 líderes de CNPJ (empresas con impuestos corporativos) que optaron por el régimen de Simples Nacional, el 65 % de los entrevistados, incluyendo directores generales, socios, gerentes y dueños de negocios, cree que las nuevas normas afectarán directamente a sus negocios.
Si bien el 26% de los encuestados desconoce cómo evaluar el impacto de la reforma, solo el 9% cree que no afectará su vida diaria. Para el economista Felipe Beraldi, gerente de Indicadores y Estudios Económicos de Omie, los cambios traen consigo oportunidades, pero también desafíos, especialmente para comprender los cambios y los plazos de adaptación.
La encuesta reveló que el 59 % de los empresarios sabe que el principal cambio será la creación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la eliminación de los impuestos acumulativos, explica Beraldi. El IVA busca unificar cinco impuestos —ICMS, ISS, IPI, PIS y COFINS— en un solo gravamen, lo que contribuirá a una mayor transparencia y a una recaudación más sencilla.
A pesar de la simplificación prevista, Beraldi advierte que el proceso será complejo. «Las empresas deben empezar a prepararse y adaptarse a los cambios. Cuanto antes comprendan las nuevas normas de la Reforma, más fácil será reevaluar el flujo de caja, el capital de trabajo, el régimen fiscal, la cadena de suministro y los precios», afirma.
La transición al nuevo sistema tributario será gradual. Su implementación comenzará en 2026 y continuará hasta 2033, cuando la Reforma Tributaria entre en plena vigencia. Durante este período, se establecerá un régimen de coexistencia entre el sistema actual y el nuevo, lo cual requerirá la atención de los administradores y sus contadores.
“Si bien la reforma promete simplificar la gestión tributaria a largo plazo y reducir distorsiones, en el corto plazo es seguro que esta duplicación generará un aumento significativo de la complejidad, lo que requerirá cambios significativos en los procesos internos de cualquier empresa, especialmente de las pequeñas empresas”, afirma Marcelo Lombardo, cofundador y CEO de Omie.
Más allá de los desafíos, la reforma puede representar una oportunidad significativa para los profesionales de la contabilidad, cuyas funciones adquieren un carácter aún más estratégico durante la implementación de las nuevas normas. No es casualidad que la encuesta revelara que el 75 % de las pequeñas empresas consideran que los contadores son esenciales en estos momentos. La encuesta también refuerza la necesidad de una comunicación más eficaz para garantizar que las actualizaciones de la reforma lleguen a los empresarios de forma clara y rápida.
Con la Reforma Tributaria en vigor, las pequeñas empresas, que representan el 99% de las empresas brasileñas y generan más del 27% del PIB y más del 70% del empleo formal, se enfrentarán a un difícil período de adaptación. El éxito de esta transición dependerá en gran medida de la capacidad de las pymes para adaptarse a la normativa y a la orientación estratégica de los contables.
El 65% de las pequeñas empresas prevén impactos de la reforma fiscal