Con asociaciones ya establecidas y siendo sondeada por fondos y por empresas sólidas del sector, Söderhem nace de un sueño y de una visión: "queremos un mundo en el que envejecer sea sinónimo de calidad y convivencia, y sabemos que existe una brecha en este universo aquí en Brasil. Es exactamente en ese espacio, entre la calidad en la vivienda y la posibilidad de construir comunidades, que venimos a llenar", enfatiza Daline Hällbom.
Daline, con 17 años de experiencia en proyectos en el mercado inmobiliario mundial, y la socia Beatriz Pons, arquitecta radicada en Suecia desde hace 13 años, están formando una nueva forma de vivir en los 60+, que combina la arquitectura y la calidad de las construcciones nórdicas con el calor que solo el brasileño sabe promover. La idea es alcanzar a un público A+, que tiene condiciones de vivir bien, consume buenos servicios y aún quiere tener experiencia, no ser considerado viejo y, con ello, perder la chispa por la vida», explica Beatriz.
Por eso, los proyectos que ella firma tienen, además de unidades más grandes y adaptadas para atender las necesidades básicas de quienes están en la mejor edad, áreas verdes y exteriores que permiten charlas, juegos, actividades al aire libre y conocer gente nueva, de la misma franja de edad y con los mismos gustos. "Es casi una fraternidad para quienes ya saben lo que quieren y esperan más de la vida incluso habiendo vivido mucho", recuerda Daline.
El combo tendrá, además de calidad en la construcción y servicios de primera, la posibilidad de alianzas con marcas y empresas que puedan promover paseos, actividades físicas e intelectuales. “El envejecimiento de la población es el mayor cambio demográfico del siglo. Quien no se adapte, quedará atrás”, enfatiza Hällbom.
Las dos llegan en una buena etapa y en un mercado que está en plena expansión: según Data8, la economía plateada en Brasil debería duplicarse en veinte años. Estamos hablando de un consumo anual en el rango de R$ 1,6 billones en 2024, que puede llegar a R$ 3,8 billones en 2044.
El primer proyecto debe lanzarse en 2026 y ya cuenta con una constructora consolidada, pero necesita la elección del fondo de inversión y una aportación de aproximadamente R$16 millones para la compra del terreno, "que es un hallazgo", confirma Daline. La estimación es que tengamos la primera entrega en aproximadamente 4 años, pero podemos viabilizar más de un proyecto al mismo tiempo, ya que también tenemos estudios fuera de Florianópolis, concluye Beatriz.